Tener una conversación subida de tono por Whatsapp o, lo que es lo mismo, hacer sexting, es cada vez más frecuente. Sin embargo, es importante tener en cuenta determinados aspectos antes de lanzarse a ello. ¡Sigue nuestros consejos!
Hay pocas cosas más frustrantes que estar deseando pasar un rato a solas con tu pareja y que os separe la distancia (sea cual sea esa distancia). Cualquiera puede aguantar unos días sin él (de hecho aquí tienes las claves para conseguirlo a través del cibersexo), pero según pasan las noches es lógico que quieras tenerle más y más cerca.
Los avances tecnológicos de los últimos años han hecho agudizar el ingenio de muchos y convertir herramientas de mensajería como Whatsapp o Telegram en una vía de escape (o de desfogue). Con o sin ayuda de uno de estos, este tipo de prácticas cada vez está más extendida…
Y es aquí donde entra en juego el sexting, término para designar esas conversaciones picantes que se tienen a través de mensajes: fotos, voz, texto… ¡Imaginación al poder! Pero hay una delgada línea entre lo sexy y lo soez y, por eso, si te quieres iniciar en el mundo del sexting, tienes que tener claras las cosas que debes y que no debes hacer para no correr riesgos innecesarios. Echa un vistazo a los siguientes consejos para hacer sexting.
1. Tantea el terreno
La regla número uno es tantear el terreno. A menos que tu chico y tú seáis expertos en esto del sexting, no sueltes la bomba de repente con alguna frase muy subida de tono, pues puede que no encuentres la respuesta deseada. Comienza con alguna insinuación y alguna frase sexy del estilo: “No puedo esperar a volver a verte y hacer contigo todas las cosas que se están pasando por la cabeza”. A partir de ahí, actúa en consonancia a su respuesta. Si te da pie a continuar con el juego, ¡vía libre!
De esta forma vas aumentando la excitación de forma gradual y garantizas que cuando os volváis a ver no vaya a resultar una situación incómoda sino algo de lo más natural… ¡Por el móvil también son importantes los preliminares!
Si quieres un ejemplo práctico, prueba a decirle que acabas de ver alguna de estas películas eróticas a ver cómo reacciona…
2. Nunca hagas sexting después de la primera cita
En la misma línea de cosas que pueden ser muy incómodas, se encuentra entablar este tipo de conversaciones después de una primera cita. Obviamente, los dos tenéis que poner los límites en esa nueva relación, pero este tipo de charlas que pueden quedar en su móvil para la posteridad (por no hablar de las fotos), solo se deberían tener con personas con las que tengas total confianza.
Así que ya sabes, manten tus dedos alejados del teléfono y espera un poco. Lo bueno siempre se hace esperar. Y siempre es mejor hacer sexting una vez que ya has tenido relaciones físicas que antes, pues cuando dejamos la imaginación volar podemos dejar las expectativas demasiado altas y que luego no se cumplan en el plano real.
3. Déjate llevar
Si vas a hacer algo, hazlo bien. No vayas directa al grano, porque con el sexting eso no funciona. Aquí, la clave está en los detalles y en decir absolutamente todo lo que se te pase por la cabeza con total detenimiento.
Se trata de describir cada momento que te gustaría materializar con tu pareja, de la forma más erótica y gráfica posible. Eso sí, céntrate sobre todo en decir cosas que realmente te gustaría hacer con él, de forma que puedas llevarlo a cabo cuando le veas. ¡También se trata de calentar el ambiente!
4. No lo hagas si has bebido…
Cuando escribes mensajes llenos de faltas de ortografía, con poco sentido o demasiado gráficos sin motivo aparente, es posible que no tengan el efecto picante que estás esperando que tengan. Confía en nosotras.
Si sales una noche y te empiezan a entrar ganas de hacer ciertas cosas con él, mantén el móvil alejado. O al menos tantea el terreno. Puede que él también esté como tú y así te aseguras acabar la noche de forma perfecta…
5. Usa tu imaginación
Si no estás cómoda enviando fotos de ti misma (afrontémoslo, puede ser demasiado arriesgado), puedes hacer algo un poco más sutil pero que también conseguirá un resultado muy caliente.
Nos referimos, por ejemplo, a enviar fotos de algún conjunto sexy que tengas, algún juguetito, una barra de labios… O, si te atreves, alguna instantánea de tu boca o de tus piernas. Recuerda que la clave está en los detalles y en dejar algo para la imaginación.
6. No uses emoticonos
Si hay un buen consejo que podamos darte para cuando estés haciendo sexting, es que te mantengas alejada de los emoticonos. En este caso son mucho más efectivos los puntos suspensivos. Por ejemplo, es más efectivo decir “Te espero en la cama…” que, “Te espero en la cama “.
En el primer caso sugieres que estás preparada para la acción, mientras que en el segundo parece que esperas desmaquillada, con el moño bien alto y con el pijama de ositos leyendo una novela de Agatha Christie. Así que nada de emoticonos y no hay más que hablar. Si quieres conocer algo más de lenguaje sexy para estos casos… Seguro que estas novelas eróticas te ayudan a lograrlo.
7. Dile cómo te sientes
Y no nos referimos a una declaración de amor. Nos referimos a que si estás excitada por la conversación que estáis teniendo o imaginando lo que le harás cuando os veáis, debes decírselo.
Hay pocas cosas que enciendan más a una persona que saber que te has puesto así pensando en ella. Así que no te lo quedes para ti misma y díselo. Recuerda que eso debe llegar después de allanar el terreno, pero si ves que está receptivo, adelante. Y si no se te ocurre que decir, sé clara, concisa y provocativa: “No te imaginas cómo me acabas de poner…”.
8. No tengas miedo de decir alguna “inexactitud”
Si algo maravilloso en el sexting es que puedes estar sin maquillaje, en pijama o comiendo unas patatas.Y es que la verdad de lo que le digas, de cómo estás o de lo que llevas puesto, no tiene por qué ser 100% exacta… ¡Nadie va a notar la diferencia! Aunque, también es cierto, que si estás con predisposición, seguro que disfrutas mucho más y le haces disfrutar también más a él.
9. Cuéntale tus fantasías
Aunque el sexting puede ser simplemente una forma de divertirse, también puede servir para mejorar tu vida sexual. Normalmente tenemos menos miedo de decir lo que pensamos o lo que sentimos si no tenemos a la otra persona delante, así que puede ser la oportunidad perfecta de contarle tus fantasías sin que tenga que ver cómo te ruborizas.
Es posible que a él también le excite hacer esas cosas pero que ninguno de los dos se haya atrevido a plantearlo, así que empieza con: “Imagina que haces…” o “Imagina que te hago…” y da rienda suelta a tu imaginación. ¡Recuerda llevarlo a la práctica cuando estéis juntos!