Combate la acidez y la digestión lenta y pesada con estos alimentos, consejos ¡y una postura correcta!

Una de cada tres mujeres sufre de digestiones pesadas y las comidas copiosas causan acidez de estómago a un 40% de españoles. Basta modificar algunos hábitos dietéticos y en el estilo de vida para superar la mayoría de problemas digestivos. Además, elegir los alimentos adecuados y cuidar la postura corporal en la mesa son claves para favorecer una adecuada digestión.

La Navidad es sinónimo de comidas copiosas en las que solemos ingerir alimentos que no acostumbramos a comer en otros momentos del año. Deliciosos platos vuelven a nuestras mesas: turrones, polvorones, corderos, mariscos, jamón… y todo regado de un buen vino. En esta época del año, se acumulan las reuniones en las que nos juntamos para comer y beber con amigos, sin olvidar las comidas y cenas familiares de Navidad y fin de año. Excesos culinarios que pasan factura a nuestra salud digestiva. El estreñimiento, la hinchazón, los gases, el dolor y acidez de estómago, así como las digestiones lentas y pesadas son algunos de los inconvenientes que traen consigo comidas y cenas con demasiadas grasas, azúcares y bebidas alcohólicas. En definitiva, durante las fiestas desequilibramos nuestra alimentación, alejándonos de una dieta saludable. Tanto es así que, de media, se engordan unos tres kilos en estas fechas.

Los problemas digestivos más comunes de las fiestas navideñas

Los siguientes problemas digestivos son bastante habituales en este tipo de eventos. Suelen ser leves, pero muy molestos:

Acidez y ardor

Suelen ir de la mano, pues se producen por el mismo motivo: un exceso de ácido en el estómago. Después de una comida copiosa, el estómago trabaja más de lo habitual y llega a producir más ácido de lo normal. La acidez son las molestias que ese exceso causa en la parte alta del abdomen. Es habitual que el dolor se acentúe al agacharse o recostarse.

Además, es posible que los ácidos lleguen hasta el esófago. Este órgano cuenta con una válvula (llamada cardias) que se cierra para evitar que los jugos del estómago lleguen a la garganta; sin embargo, en algunas ocasiones, esa válvula no cierra adecuadamente (por ejemplo, si hay un exceso de ácido tras una digestión pesada). Cuando los ácidos llegan a la garganta, notamos esa sensación de quemazón, tanto en la garganta como en el pecho, que es lo que se denomina ardor. Estas molestias son más habituales e intensas entre personas con sobrepeso y embarazadas.

Reflujo

Otro problema muy ligado a la acidez y el ardor. Después de una comida abundante, es posible tener un sabor agrio en la boca, una sensación similar a como si la comida volviese desde el estómago. Esta molestia, junto con la acidez y el ardor, suele ser algo puntual. Sin embargo, si se convierte en frecuente (dos veces por semana o más), es conveniente visitar al médico. Por ejemplo, la enfermedad por reflujo gastroesofágico causa acidez y otras molestias, por lo que estos síntomas pueden ser un primer aviso si se vuelven habituales.

Gases

Durante las comidas navideñas, hablamos mientras comemos y bebemos, y eso implica tragar mucho aire. Ese exceso de aire se acumula en el esófago y tiene que salir a través de los eructos. La acidez también puede provocar la necesidad de eructar con frecuencia. Por su parte, las flatulencias son comunes cuando se toman ciertos alimentos, como las judías, el repollo o las bebidas gaseosas.

Por otra parte, el molesto hipo son contracciones involuntarias del diafragma, un músculo situado en el abdomen. Tragar demasiado aire, tomar alcohol o bebidas gaseosas o comer mucho son algunos de los factores que lo producen.

Náuseas

En ocasiones, el escape de los ácidos del estómago hacia el esófago puede producir ganas de vomitar. Hay otros motivos por los que aparecen, como una intoxicación alimentaria, una alergia o intolerancia a algún ingrediente.

Indigestión

Es una molestia en la parte superior del abdomen acompañada de la sensación constante de tener el estómago lleno, incluso aunque no hayamos comido demasiado. La indigestión también suele acompañarse de acidez y náuseas.

Empachos

Los empachos son muy habituales en las fechas Navideñas ya que solemos comer más de lo que nuestro estómago puede procesar en condiciones normales. Lo suelen provocar, además, los alimentos con mucha grasa, las carnes, frituras, dulces, el alcohol y las bebidas gaseosas, que no suelen faltar en las mesas durante esos días. Los síntomas van desde dolor estomacal, acidez, gases, estreñimiento, diarrea, vientre hinchado, falta de apetito e incluso vómitos.

Intoxicaciones

El consumo de alimentos en mal estado, crudos o poco cocinados son las causas principales de las intoxicaciones alimentarias en las Navidades. Mariscos, pescados crudos y carnes poco cocinadas son las comidas más afectadas por virus, bacterias y parásitos, por lo que siempre es muy recomendable que seamos nosotros los que cocinemos o cozamos los mariscos, congelemos los pescados y nos aseguremos de que las carnes están bien hechas, además, siempre hay que guardar la comida que compremos en la nevera y tener mucho cuidado con las mayonesas caseras, limpiando los huevos antes de utilizarlos y desechando la que no hayamos consumido de un día para otro si ha estado mucho tiempo fuera de la nevera. ¡Mejor preparar otra!

Diarrea

Se trata de otro síntoma típico de las Navidades, normalmente es debido a las intoxicaciones alimentarias y a los cambios bruscos en la alimentación. Deberemos reponer líquidos y sales minerales bebiendo agua y zumos y recurrir a los medicamentos antidiarreicos que nos recete nuestro médico en caso de ser necesario.

 

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