Miedo: Salir de sus trampas y desbloquearse

El conferencista internacional Daniel Habif, autor de Las trampas del miedo, comparte algunas estrategias para alejar temores, no procastinar y seguir adelante con nuestras vidas.

Es esencial para nuestra especie, como los sentidos o el hambre; sin el miedo, hubiésemos sido unos seres indefensos, incapaces de reaccionar a los cientos de peligros que acechaban a nuestros antepasados. Es una de las más complejas y eficientes configuraciones biológicas que conectan nuestros cuerpos con el entorno.

Para nuestra especie, desde el principio de los tiempos, el miedo ha sido un sistema de emergencia que nos prepara para responder ante eventos indeseables. Nos condiciona para reaccionar, bien sea huyendo o atacando. En estos casos, nuestro cuerpo desactiva las funciones no esenciales y prioriza aquellas que aumentan las posibilidades de superar la situación que nos haya alterado.

El miedo paraliza y cuando somos invadidos por visiones fatalistas, es mucho más complicado activarnos. Estos son los llamados mecanismos de defensa que nos impiden movernos, nos encierran en la madriguera de la que no nos atrevemos a salir, porque pensamos que afuera todo será mucho peor.

A continuación, algunos de los efectos que el miedo causa en el comportamiento:

Irritabilidad / agresividad. Reclusión / inhibición.

Risas o llantos descontrolados.

Actitudes discordes con la personalidad.

Aislamiento.

Timidez excesiva.

Balbuceos / repeticiones.

Bloqueados:

Todos estos son elementos que afectarán nuestra habilidad para resolver problemas, lo que nuevamente nos hundirá más en el temor.

De todas estas manifestaciones hay una que se impone, que puede ser considerada como la raíz de buena parte de los problemas de la gente: el bloqueo para tomar decisiones.

Tomar una decisión y ejecutarla son acciones clave, ya sea para hacer una propuesta al director o para lanzar un producto al mercado.

El miedo afecta nuestra capacidad para procesar la información y hace que pospongamos la ejecución de aquello que debemos hacer. Una de las formas en que esto sucede es enviando señales contradictorias. Por eso, la primera trampa que nos tiende el miedo es la indecisión.

Dejar para más adelante:

Analizar en exceso nos lleva a procrastinar. Si analizamos un poco descubriremos que el énfasis por los detalles, por ejemplo, puede ser un mecanismo para refugiarnos en una condición en la que nos creemos seguros: la de no hacer nada. Los efectos del miedo en el ámbito psicológico son tan serios como los físicos, y lo peor es que, al final, traen consigo los males de ambos mundos, pero podemos hacer cambios en nuestro pensamiento y en el órgano mismo.

Hay posibilidad de modificar nuestros patrones de conducta, así como cambiamos los hábitos y podemos trazar nuevos surcos de aprendizaje. Cuanto más practiquemos ciertos comportamientos, más fácil será crear nuevas prácticas.

Respiraciones antimiedo:

Hay que buscar un lugar donde sentarnos con comodidad o acostarnos bocarriba con una almohada bajo la cervical. También se puede hacer de forma sentada.

Poné la mano izquierda en el pecho y la derecha en el abdomen.

Inhalar y asegurar que tu mano en el abdomen se mueve, pero que la de tu pecho se queda en el mismo lugar; es decir el aire fluye directo al diafragma.

Luego, exhalar por la boca, otra vez asegurando que solo se mueve la mano derecha. Elegir un número de respiraciones —para comenzar, seis es un máximo razonable— y hacer ciclos. Para este ejemplo, cuatro. Inhalar durante un conteo de cuatro, sin que se mueva la mano izquierda. Retener el aire por ese mismo lapso. Exhalar por la boca en el conteo de cuatro.

Detener la respiración durante el mismo tiempo antes de recomenzar.

Cuando el miedo o la ansiedad te ataquen, practicá esta respiración las veces necesarias. Si usamos el control de nuestro cuerpo para que este actúe justo de la forma contraria en la que los mecanismos del miedo le ordenan, se envía una señal de serenidad.

Está comprobado que esta respiración tan sencilla contribuye al manejo del estrés y la ansiedad.

Sobre el libro:

Daniel Habif es uno de los más importantes oradores latinoamericanos en el mundo. Brindó más de 350 conferencias en los últimos 18 meses, presentando su movimiento en más de 120 ciudades y alcanzando a millones de personas. Está presentando su nueva obra, Las trampas del miedo, luego de su reconocido best seller Inquebrantables. La obra es una visita a las dimensiones biológicas, psicológicas y espirituales de los temores que debemos desmantelar. En ella explica cómo operan estas trampas y ofrece herramientas para superarlas, incluye varias de las secuelas que el miedo causa y explora alternativas para enfrentarlas. En el libro se explica de qué manera…

• Desmantelar los miedos paralizantes

• Tomar mejores decisiones

• Trazar el mapa de los propósitos personales

• Navegar la soledad

• Catalizar la pérdida

• Aprender a meditar y orar En este libro Habif potencia hace una recopilación de investigaciones que dan marco a su pensamiento, varias de ellas a contrapelo de lo que suele repetirse en los discursos de motivación. Es un arsenal de datos de interés y ejercicios de fácil aplicación y seguimiento.

Comportamientos que, sin saberlo, están vinculados con él, como las adicciones, la permanencia en el dolor, la ausencia de control interno o el rechazo al amor.

 

Fuente: @danielhabif

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