Es mejor que veas las señales antes de que no haya salida.
El término ‘narcisista’ se ha usado mucho en las conversaciones para describir a alguien que busca que todo gire en torno a su persona. Pero mientras que la mayoría sólo lo asocia con acciones ególatras, el narcisismo es un diagnóstico real de salud mental que puede ser peligroso en una relación.
Las relaciones narcisistas se forman cuando uno o ambos socios luchan con una personalidad narcisista.
El Trastorno Narcisista de la Personalidad (NPD, por sus siglas en inglés) es definido por la Clínica Mayo como un trastorno mental en el que las personas tienen un sentido inflado de su propia importancia y una profunda necesidad de admiración.
Éstas creen que son superiores a los demás y tienen poca consideración por los sentimientos de los demás. Sin embargo, detrás hay una frágil autoestima.
La realidad es que vivimos en un mundo cada vez más narcisista por lo que sería demasiado fácil terminar involucradaen una relación así.
Entre las redes sociales y el exceso en los movimientos de “amor propio” están comenzando a ser nocivos para todos, en sentido que estamos perdiendo el sentido de la realidad.
Entonces, ¿cómo afecta este aumento del narcisismo a nuestras relaciones personales?
Los narcisistas definitivamente no son buenos compañeros en una relación pues no son capaces de dar la estabilidad necesaria.
Los estudios muestran que en una relación narcisista, es más probable que tu pareja muestre conductas manipuladoras y es menos probable que se comprometa a largo plazo.
Los narcisistas son arrogantes pero también inseguros y temerosos. Esto se puede ver cuando actúan como si fuesen superioros a todos, es decir minimizan y cuestionan los logros o valía de los demás.
El problema es que tienen un sentido distorsionado de la autoestima y marcar superioridad es una forma de defensa ante la insuficiencia que en verdad sienten.
Los narcisistas sienten que todos quieren ser como ellos. La envidia está siempre presente y creen que los demás los envidian, incluso al punto del delirio de persecución.
La empatía nos permite entender cómo se siente otra persona pero es una cualidad que los narcisistas no tienen. Esto es porque no están interesados en las emociones de los demás y, a menudo, ni siquiera son conscientes del impacto que tienen en ellos.
Una relación estable siempre necesitará responsabilidad afectiva, la cual incluye la empatía para entender al otro y dejar de culparlo por las emociones y malas decisiones propias.
Los narcisistas son manipuladores por excelencia. Su falta de seguridad y sentido de superioridad hacen que recurra a la manipulación para obtener la atención y que les den la razón.
El llamado gaslighting, que es cuando haces que alguien cuestione su percepción de la realidad, es común en una relación con un narcisista.
Este punto es lo que hace que los demás crean en la persona narcisista, sin cuestionar si sus intenciones son verdaderas o no porque siempre se dejará ver como “encantador”.
Y realmente no prestan atención a las tuyas. Para una persona narcisista, la atención tiene que estar sobre ésta. Por supuesto, habrpa un punto en que ceda pero tiende a olvidar o tomarlo como que “te hace un favor”. Una relación siempre debe ser un balance entre las necesidades de uno y otro.
El narcisismo está altamente relacionado con el comportamiento agresivo, lo que lo hace tan peligroso. Nunca se debe permitir conductas agresivas en una relación, ni siquiera si son pasivas ya que tarde o temprano se convierten en violencia emocional y física.
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