Antes de comenzar hay que tener en cuenta que todos estos movimientos deben repetirse de manera secuencial para que las sensaciones placenteras vayan en aumento.
1. Sostén el pene con una mano y colócalo entre tus labios. Comienza entonces a mover tu boca a lo largo de él suavemente.
2. Cubre la punta del pene, glande, con tus dedos unidos en forma de capullo de flor. La zona quedará envuelta por la mano. Se comienza entonces a presionar los lados del pene con los labios. Alterna las caricias de los labios con suaves mordiscos.
3. Presiona el glande firmemente entre los labios, mientras lo besas. A la vez puedes acariciar otras partes de su cuerpo.
4. Introduce el pene un poco más adentro en tu boca y presiona con los labios mientras lo sacas. Este movimiento es el que más se puede repetir.
5. Reduce un poco la intensidad, sujeta el pene con la mano y bésalo suavemente. Que sea un contacto húmedo.
6. Recorre todo el pene con tu lengua dejando para el final la punta.
7. Coloca la mitad del pene en tu boca haciendo movimientos, esta vez fuertes, besando y succionándolo.
8. Coloca todo el pene dentro de tu boca, y presiónalo como si lo estuvieras tragando. Se puede ir aumentando la profundidad poco a poco.
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