Indiscutiblemente, nuestra personalidad y nuestro modo de ser están condicionados por nuestras experiencias. Si han sido positivas las tomamos como aprendizaje, pero cuando son negativas fallamos en superarlas y terminan convirtiéndose en cargas emocionales que no sólo nos afectan a nosotras sino a todos con los que nos relacionamos.
Eso quiere decir que ¿cómo te haya tratado tu ex puede tener repercusiones sobre tu nueva o futura relación? Sí, precisamente por eso es sumamente importante que aprendas a dejar ir las cargas emocionales que como maletas invisibles, llevas contigo por la vida.
Así que estas son las claves de lo que puedes hacer para que tus relaciones pasadas no afecten las futuras.
Honra el amor
Lo cierto es que una ruptura no siempre es descorazonadora por motivos negativos, sino lo contrario. Si tuviste una relación positiva es difícil dejarla en el pasado sin sentir que deshonras su recuerdo o sin sentir algo de culpa. Así que aunque hayas comenzado una nueva relación- o estés lista para hacerlo- no significa que debas enterrarlo todo. ¡Nunca dejes de valorar lo aprendido!
Haz una ceremonia de clausura
Definitivamente los seres humanos necesitamos una ceremonia para marcar tanto el principio como el fin de las cosas. Por eso las despedidas de casada se han vuelto tan populares, ¡hasta los divorcios hay que celebrarlos! Pero una ceremonia no necesariamente implica invitados. Otra forma de hacerlo es escribiendo todas las dificultades y recuerdos que aún cargas contigo, o incluso escribirla a modo de carta de ti para ti misma. Hay quienes después necesitan quemarla, botarla a la caneca o esconderla debajo del mueble de la sala. Sea como sea, lo importante es tener un cierre que sea tan simbólico como tangible.
Expresa tus miedos
Los estragos de una mala (o buena) relación no son fáciles de controlar. Lo más complicado es procesar las emociones, temores y pensamientos recurrentes que quedan aún cuando la otra persona no es más que un recuerdo. Pero ya sea con un psicólogo, familiar o amiga es importante resolver esos temas que se niegan a quedar en el pasado. De lo contrario, no hablar sobre las cosas con las que luchamos internamente las hará más fuertes, poderosas y por ende peligrosas.
Aprende a confiar otra vez
Después de que la desconfianza convive contigo no es fácil volver a exponerse por miedo a salir herida nuevamente. Sin embargo tienes que recordar, ¡tu nueva pareja no es tu ex! Empieza por dejar de compararlos. Lo normal es tratar de identificar las señales que notabas de advertencia en tu anterior relación para no volver a caer en los mismos errores. Pero con lo que no contabas es que podrías fallar por completo y destruir toda posibilidad de una nueva relación.
Y ¡ojo! también debes saber que para superar las cargas emocionales tienes que cavar muy hondo en tu subconsciente. No es solo la infidelidad de tu ex lo que pueda causar que seas desconfiada. Las repercusiones de otros factores en tu infancia, la relación con tu familia o algún evento traumático también pueden terminar desembocando en tu adultez.
Deja ir a esos fantasmas que te acompañan en tu día y día y empieza a disfrutar de una relación libre y sin lastres.
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