Para mantener la figura que tanto te ha costado lograr para lucir radiante en biquini, ficha los consejos más sencillos y eficaces. ¡No engordar en verano es fácil si sabes cómo!
La llegada del verano suele suponer cambios en nuestros hábitos alimenticios que pueden traducirse en kilos de más (entre 2 y 5). Y es que, las vacaciones de verano son sinónimo de relajación y disfrute, pero también de excesos alimentarios y en muchas ocasiones, del abandono de la actividad física, lo que se traduce en aumento de peso.
“La clave para mantener el peso durante las vacaciones es no romper con nuestros hábitos de forma abrupta. Por ello debemos intentar mantener una dieta equilibrada y no abandonar por completo la actividad física”, apunta la dietista y nutricionista Yolanda Jiménez.
Tener en cuenta unas sencillas recomendaciones dietéticas y de ejercicio durante estas fechas ayuda a no aumentar de peso ni de volumen. Así, para evitar esos kilos de más durante las vacaciones, ficha estas claves, son tan sencillas como eficaces. ¡Apúntatelas y llévalas a la práctica!
Este consejo no sólo lo tienes que llevar a cabo durante el verano, sino durante todo el año. No es raro que con el ajetreo del verano y los viajes, puedas saltarte alguna que otra comida, y aunque pueda parecer contradictorio, no comer no nos ayuda a mantener la figura. Repartir las calorías diarias en cinco comidas te permitirá evitar la sensación de hambre atroz cuando llega la hora de la comida o la cena, y además mantendrá tu metabolismo activo, por lo que quemarás las calorías que consumas de manera más efectiva. Los expertos recomiendan comer 5 veces al día con especial atención al desayuno, que debe ser completo (con cereales, lácteos y fruta). Elige snacks saludables para comer a media mañana y a la hora de la merienda, ¡verás como notas los efectos positivos de este hábito tan sano!
Este consejo se aplica especialmente cuando nos encontramos de vacaciones y no realizamos el desayuno habitual. Muchas veces es difícil resistirse a un dulce cuando lo tenemos delante, sobre todo a primera hora de la mañana. Intenta mantener una alimentación equilibrada en todo momento y comenzar el día con una gran ensalada de frutas, te ayudará a saciarte y decir “no” a ese tentador croissant.
Con la llegada del verano, ir de tapas o tomar el aperitivo con tu pareja, la familia o con amigos, es frecuente. Para no engordar, elige aquellas combinaciones más saludables como los encurtidos, un vaso de gazpacho, una tapa de jamón ibérico o las brochetas de fruta.
No renuncies a los sándwiches y bocadillos, tan socorridos para disfrutar de una larga jornada de playa o piscina. Simplemente, crea un bocado sano: elimina la mayonesa y los embutidos grasos, apuesta por el pavo, jamón york, queso bajo en grasa o aún mejor 0% materia grasa, jamón serrano con tomate o atún con pimientos, por ejemplo.
Una alternativa saludable durante los viajes es cocinar nuestros menús y snacks saludables. Así será mucho más fácil tener el control sobre lo que se come y elegir las opciones más adecuadas, como por ejemplo la fruta y la verdura, cuya ingesta debe ser de 5 raciones al día. Las ensaladas son perfectas para llevar en tu nevera portátil. Puedes añadir, además de hortalizas, pasta, arroz, legumbres, patata, atún, pollo, palitos de cangrejo o huevo duro. Las brochetas (con dados de queso fresco, tomates cherry, frutas, vegetales, etc.) son otra opción para conseguir menús completos con todos los nutrientes.
Introduce en tu dieta mayores proporciones de verdura con respecto a otros alimentos como la carne o los carbohidratos, tienen menos calorías y sacian más. Esto mismo ocurre con los alimentos integrales y las legumbres. Para tus snacks, apuesta por un puñadito de frutos secos, te aportarán energía cuando más la necesitas y controlarán la sensación de hambre.
Las frutas son otro complemento indispensable en tus menús veraniegos. La fruta aporta antioxidantes, vitaminas y minerales, además de permitirte reponer líquidos por ser rica en agua. También son muy útiles para calmar el apetito entre horas.
La planificación garantiza comidas equilibradas y evita caer en opciones improvisadas, con frecuencia, poco saludables y cargadas de grasas y calorías. Sin embargo, el mantenimiento de los horarios ayuda a no sucumbir en el picoteo innecesario y poco sano.
En los hoteles es muy común encontrar este tipo de comidas. Es importante escoger bien antes de servirse y tener en cuenta las raciones ya que la abundancia y variedad de los buffets puede llevar a comer más cantidad de lo habitual. A la hora del postre, mejor elegir fruta o un solo dulce de entre todos los propuestos, recuerda que en la moderación está la clave. Además, es aconsejable retirarse del buffet antes de estar lleno para evitar la sensación de pesadez.
Comer ligero es mucho más sencillo en verano. La pereza de ponerse a cocinar al calor de la cocina puede jugar a favor de nuestra dieta en los meses de calor. Desde junio hasta agosto, lo que más apetece es disfrutar de las ensaladas frías. Puedes incluir tus ingredientes favoritos, como pavo, pollo, queso, frutos secos, surimi… aliñarlos con una vinagreta ligera y tendrás una cena perfecta y baja en calorías que te permitirá mantener tu figura sin esfuerzo.
La hidratación es fundamental en cualquier época del año, pero más aún si cabe en verano. Es muy importante hidratarse adecuadamente para reponer la pérdida de líquidos que produce la sudoración. La tentación de recurrir a refrescos para apagar la sed durante los meses de calor es difícil de superar, pero debes recordar que el alto contenido en azúcar de muchas de estas bebidas suman calorías a tu dieta sin que te des cuenta, por eso es mejor que recurras al agua para mantenerte hidratada durante el verano, ya que ayuda al correcto funcionamiento del organismo a la vez que elimina toxinas. Lo ideal es tomar unos 2 litros de agua diariamente, puedes tomarla sola o en forma de infusiones, como el té verde, la cola de caballo o el té oolong al que se han hecho adictas las celebrities, pero evitando endulzarlas con azúcar. De esta manera podrás controlar la ingesta de calorías y mantener los kilos de más a raya. Llevar una botella de agua durante los viajes ayuda a hidratarse aunque no tengamos sed.
Prestar atención a lo que se bebe es tan importante como cuidar la alimentación. No se trata de suprimir por completo las bebidas, sino de tomarlas con moderación. Siempre es mejor decantarse por bebidas no alcohólicas como zumos, batidos, cervezas sin alcohol o refrescos light. En lo que respecta a los cócteles, tan apetecibles durante el verano, es recomendable optar por sus versiones sin alcohol.
Estos son algunos de los platos estrella que se pueden encontrar en las cocinas de verano. Se pueden consumir durante los meses de verano, desde su receta más tradicional a la más exótica. Por su parte, los smoothies naturales pueden ser un snack perfecto y refrescante para estos meses de verano, aprende a prepararlos.
Son el capricho del verano y no tienes que renunciar a ellos. Hoy en día existen versiones bajas en calorías y sin azúcar. Es mejor elegir aquellas opciones con alto contenido en fruta y agua o incluso elaborarlos en casa con zumo de fruta o un yogur desnatado. Hazte con unas poleras para poder fabricar tus propios helados caseros a base de zumo de frutas, ¡te encantarán! Los helados caseros son una opción que además puede resultar muy adecuada para cocinar con los más pequeños.
Las vacaciones sirven para descansar pero no por ello deben ser sinónimo de sedentarismo. Si el destino elegido está en la costa, aprovecha para pasear por la playa, la mejor manera de no engordar en verano y conseguir un bronceado perfecto. Si caminas por la orilla del mar o en el agua, contra corriente, tonificarás y fortalecerás la musculatura, a la vez que luchas activamente contra la celulitis. Dentro del agua existen múltiples opciones como el surf o la natación. También puedes hacer yoga en la arena, jugar a las palas e incluso salir a correr por la mañana temprano, todas ellas prácticas aconsejables que te permitirán mantenerte en forma durante las vacaciones prácticamente sin esfuerzo.
Si el destino es de interior se puede disfrutar de la naturaleza mientras se practica trekking, running o bicicleta. El senderismo y las caminatas serán opciones magníficas para mantenerte en forma, aunque, eso sí, siempre teniendo la precaución de evitar las horas de sol intenso, además de protegerte en todo momento mediante la aplicación de cremas con factor de protección solar.
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