Ingredientes:
Para el pan:
Para la hamburguesa:
Elaboración del pan:
Para esta receta empezaremos elaborando el pan. Como en cualquier receta de pan, el primer paso será disolver la levadura fresca en un poco de leche templada. En un recipiente amplio, mezclamos la leche restante, el agua, el huevo, el aceite y la sal.
Por otro lado, en un bol, mezclamos la harina y el azúcar. Con las manos, hacemos un agujero en el que vamos a añadir el resto de ingredientes que hemos batido previamente. Ya con todos los ingredientes en un mismo recipiente, comenzamos a mezclar hasta que estén integrados en una bola. En este momento, continuaremos amasando sobre la encimera hasta obtener una masa elástica y que no se pegue a nuestras manos.
Cuando tengamos la masa lista hacemos una bola con ella, la colocamos en el recipiente y la tapamos con un paño húmedo. Tendremos que dejar reposar la masa hasta que veamos que haya doblado notablemente su tamaño.
Transcurrido el tiempo de reposo, volvemos a amasar de nuevo ligeramente. Después, cortamos la masa en partes de unos 80 gramos aproximadamente y le damos a cada una de ellas forma de bola. Aplastamos ligeramente cada una de ellas, dándole así la forma tradicional del pan de hamburguesa.
Con todos los panecillos listos, los colocamos en la bandeja del horno con cierto espacio entre ellos y dejamos que reposen de nuevo hasta que doblen su tamaño. Después, los pintamos con un poco de agua y espolvoreamos las semillas de sésamo por encima. Mientras tanto, ponemos a precalentar el horno a 190ºC. Con el horno caliente, metemos los panes y bajamos la temperatura a 19200ºC. Cuando veamos que están doradas, los sacamos del horno, las enfriamos y reservamos para completar con nuestras deliciosas hamburguesas de berenjena.
Elaboración de las hamburguesas:
Para preparar nuestras hamburguesas, comenzaremos horneando las verduras. Las colocamos todas en la bandeja del horno, en el nivel más alto, a 250ºC. Cuando estén asadas, las dejamos enfriar y pelamos. Una vez peladas, las colocamos sobre una bandeja con papel de cocina para que así suelten toda el agua.
Después, las troceamos lo más fino posible. Es importante que queden picaditas bien finas. Las añadimos en un bol y las aderezamos con ajo y perejil. A este mismo bol vamos a incorporar dos huevos enteros con la sal. Mezclamos todo bien e incorporamos el salvado de avena o pan rallado, según la opción que hayamos elegido. Volvemos a mezclar y dejamos reposar unos 20 minutos. En el caso de que hayas optado por el salvado, pasados estos minutos podrás comprobar si es necesario añadir más salvado o no si la masa ha quedado seca.
Con la masa lista, ponemos en la sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cogemos una cucharada sopera de masa y la añadimos a la sartén. Es importante que estemos pendientes de que no se pegue, añadiendo el aceite que sea necesario para evitarlo. Doramos por ambos lados y repetimos el proceso hasta que se nos termine la masa.
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