Prepara plastilina casera con y para los más pequeños

Beneficios de la plastilina para los niños

Manipular diferentes texturas es una de las mejores maneras de trabajar los sentidos para los niños. Una forma fácil y divertida de poner en práctica sus habilidades motrices, la concentración o la sensibilidad, entre otros. Si además preparas en casa la plastilina con la ayuda de los niños, los tendrás un buen rato entretenidos. Sin olvidar lo importante que es que los niños realicen actividades reales y que puedan ver cómo son capaces de transformar alimentos en un juguete.

Receta de plastilina casera

Para preparar la plastilina casera solo necesitas los siguientes ingredientes:

2 tazas de harina (de la normal que se utiliza para cocinar habitualmente)
1 taza de sal fina, cuanto más fina sea mucho mejor
2 cucharadas de aceite de girasol
1 taza de agua
colorante alimenticio, del que puedes encontrar para preparar pasteles

Preparación

En un recipiente amplio y preferiblemente de plástico, para que los niños puedan trabajar sin riesgo, mezcla la harina y la sal. A continuación, se añade el aceite de girasol. Pon solo dos cucharadas, si necesitas más lo puedes añadir después.

Con cuidado, ve añadiendo agua poco a poco y con las manos ve mezclando y amasando todos los ingredientes. Añade más agua y continúa amasando, hasta que obtengas una masa con la textura de la plastilina. Por último, añade unas gotas de colorante alimentario y mezcla bien para que toda la masa quede teñida.

Deja que los niños participen en el proceso

Coloca todos los ingredientes en tazas o recipientes que puedan manipular los niños. Con tu ayuda, ellos mismos podrán ir mezclando todos los ingredientes.

Amasar con sus manos hasta conseguir la plastilina será toda una experiencia para ellos. Cuando vean el color de la plastilina se quedarán maravillados y podrán jugar con un juguete artesanal, creado por ellos mismos.