Conoce qué es el power walking y por qué es una excelente manera de perder peso.
Caminar es la forma de ejercitarse más sencilla que existe. No requiere una técnica sofisticada, es de bajo impacto y puede resultar muy eficaz como actividad aeróbica si nos movemos con conciencia y aceleramos un poco el paso.
Veamos. Para optimizar el rendimiento, se debe caminar a un paso algo más veloz que el ritmo normal, que es de unos 5 km por hora promedio. Es decir: 12 minutos para recorrer un kilómetro. Para que caminar sea un ejercicio físico más beneficioso hay que elevar ese ritmo a 8 kilómetros por hora: es decir, como máximo unos 7 minutos y medio para recorrer 10 cuadras.
Es fundamental, a su vez, prestar atención a la postura y a la respiración: hay que usar el diafragma. También es ideal, para que el ejercicio resulte más completo, combinar la acción de piernas y pies con el balanceo de brazos.
La caminata a un ritmo veloz quema, aproximadamente, 300 calorías por hora en una persona de alrededor de 70 kilos. Esto implica que si caminas durante 45 minutos 4 veces por semana, puedes perder hasta 8 kilos en un año. Si a esto le sumas una dieta sana y un programa de ejercicios de fuerza, el resultado será un cambio espectacular en tu aspecto y en tu salud.
1) Levantar mucho los brazos. Si el brazo que va adelante se levanta demasiado, el movimiento se vuelve innecesariamente amplio.
2) Inclinarse hacia delante. Inconscientemente muchos nos inclinamos por costumbre o por creer que así ganaremos velocidad. Hay que mirar hacia delante y no al suelo. A veces lo hacemos porque damos pasos más largos de lo que corresponde a nuestra altura.
3) Brazos abiertos. Se da cuando los brazos cuelgan sueltos a los costados y los pies están muy separados. Es más habitual en los hombres.
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