Elegir mal el tipo de ejercicio
Hay que buscar una rutina de abdominales que sirva para obtener el resultado deseado. No todas las rutinas cumplen la misma función. La gente está acostumbrada a hacer elevaciones de tronco o elevaciones de piernas pensando que está trabajando la musculatura abdominal y no es así.
Las manos en la nuca
Si uno no puede evitar hacer presión al colocar las manos detrás de la nuca, entonces lo recomendable es dejar los brazos estirados hacia adelante. El típico apoyo que hacemos con las manos suele ser un error porque la gente en lugar de dejar que sea un simple apoyo para la cabeza, para que repose y se relaje el cuello, lo que hace es pegar tirones, empujando con los brazos.
Mala respiración
La respiración es muy importante a la hora de hacer un ejercicio ya que aporta el oxígeno necesario para producir la energía que requiere el cuerpo para realizar el esfuerzo físico. Además de que hay personas que no logran la coordinación ideal, también están aquellos que respiran al revés de lo recomendado.
Creer que no se está progresando
Muchos se frustran porque comparan sus avances con otras personas y sienten que no están teniendo resultados. Lo que pasa es que la persona puede tener un abdomen muy fuerte y bien trabajado y seguir manteniendo una pequeña capa adiposa, pero eso no quiere decir que no estés progresando. Simplemente se trata de algo genético.
2.000 adbominales al día
Hay que tener cuidado con la obsesión y la impaciencia que llevan a uno a hacer miles de abdominales todos los días para llegar más rápido a la meta. A la hora de hacer ejercicios, la regla de “más es mejor” no siempre funciona. Los abdominales son músculos que están en constante trabajo y si encima los entrenas todos los días corres el riesgo de no progresar y de que se produzca una lesión.
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