Los mejores exfoliantes caseros para labios

Tus labios tienen que estar siempre sanos y bien hidratados para verse perfectos y lograr un maquillaje labial perfecto. Pero, ¿cuál es el primer paso para cuidar los labios? La exfoliación. Te contamos cómo exfoliar tus labios para que estén siempre espléndidos.

Si has decidido emplear un exfoliante casero, puedes incluso utilizar el mismo exfoliante que tienes para el rostro, tan solo asegúrate de que sea de textura cremosa u oleosa, o que esté hecho a base de ingredientes naturales como la papaya, las semillas de higo, el aceite de oliva, de coco o la vaselina pura sin perfume, la piel de los labios es muy sensible y hay que tratarla como se merecen.

Exfoliante a base de azúcar y aceite. Mezcla en un tarrito una cucharadita de azúcar moreno granulada y unas gotas de aceite de oliva virgen, el resultado será una pasta gruesa y arenosa. Aplícala como si se tratara del exfoliante labial en barra.

Exfoliante de bicarbonato de sodio y miel. Ya sabes de sobra que el bicarbonato de sodio es un gran aliado de belleza, pues también es excelente para tratar los labios secos y agrietados. Crea una pasta a base de bicarbonato de sodio y miel o aloe vera, póntelo en los labios una o dos veces a la semana y el resultado te encantará.

Exfoliante de coco y azúcar. Mezcla en un bol tres cucharadas de aceite de coco, dos de azúcar moreno o blanco y añade unas gotas de aceite de oliva o limón. Otro exfoliante casero idóneo para tus labios.

Una vez elegido el exfoliante casero, aplícalo con cuidado, haciendo movimientos circulares durante un par de minutos.

¿Cuándo tengo que hacer una exfoliación labial?

Si eres una adicta a los labiales , seguro que nada más conocer de la existencia del exfoliador labial, ha pasado por tu mente usarlo cada dos por tres. Pero, ¡alto ahí! La piel de los labios es muy fina y sensible y una exfoliación desmedida o mal hecha acabará por dañar tus labios. La norma dicta que realices la exfoliación labial solo cuando sea necesario, es decir, cuando estén muy secos o agrietados. Ante la duda, una vez cada dos semanas.