El español venció a Ruud en la final del último Grand Slam de la temporada y se coronó por primera vez en un Major. El otro premio es que desde este lunes es el número uno del planeta.

Carlos Alcaraz es el dueño del tenis mundial. El español hizo realidad lo que a principios de temporada parecía un sueño y lo coronó finalmente en la Gran Manzana. Con un contundente triunfo en cuatro parciales, venció al noruego Casper Ruud en la final del Abierto de los Estados Unidos y se proclamó campeón de un Grand Slam por primera vez en su carrera, para así, además, consagrarse como el nuevo líder del escalafón mundial.

Alcaraz tuvo un US Open de ensueño. Con triunfos sobre Marin Cilic, Jannik Sinner y el local y esperanza estadounidense Frances Tiafoe como los más resonantes, llegó a la final ante Ruud entonado para intentar quedarse con su primera corona en un Major. Y el ibérico no falló. Venció al nórdico por 6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 y de esta forma, se consagró campeón y dueño de Nueva York.

De esta manera, el español alcanzó la cima del ranking mundial y se convirtió en el jugador más joven de la historia en lograr semejante epopeya, desbancando al australiano Lleyton Hewitt, quien poseía el récord cuando tocó la cima allá por comienzos del nuevo milenio, con apenas 19 años.

El futuro del tenis comienza a escribirse con Alcaraz. El español parece no tener techo y el título en los Estados Unidos parece una consecuencia a todo lo trabajado en la temporada, donde cosechó dos eventos ATP 500 y dos Masters 1000, además de victorias ante Rafael Nadal y Novak Djokovic, incluídas.