Con el título conseguido en Australia, el serbio completó veintiuna victorias seguidas en Grand Slam y llegó a los tres Majors en forma consecutiva. Es la tercera vez en su carrera que logra esta marca.

Novak Djokovic es, sin dudas, el tenista del momento. El actual número uno del mundo volvió con todo tras su operación en el codo a principio del 2018 y, desde Wimbledon en la temporada pasada, es, sin dudas, el mejor de todo el planeta, estadística, técnica y psicológicamente dentro de los courts. Y, para no desentonar con este andar, logró, en hilo, los últimos tres Grand Slams, llegando a una marca de 21 éxitos en forma consecutiva en este tipo de torneos, hecho que alcanzó por tercera vez en su carrera.

Nole, quien consiguió el Abierto de Australia el pasado domingo para completar este full de torneos y la marca del número veintiuno, comenzó esta racha en La Catedral del tenis el año pasado. Contra todos los pronósticos, y siendo el decimosexto cabeza de serie, Djokovic hilvanó una seguidilla de partidos increíbles y se fue de Wimbledon con la corona, situación que le dio una confianza inmensa para continuar el año en el Tour ATP.

El Abierto de los Estados Unidos, donde también consiguió el título contra el favoritismo y el momento de Juan Martín del Poto, afianzaron aún más el autoestima del actual número uno del mundo. Con sus catorce victorias en fila hasta ese momento, terminó el año como el mejor tenista de la temporada, recuperó la cima del escalafón mundial y partió hacia el 2019 con el objetivo entre ceja y ceja: el Abierto de Australia. Y vaya si lo consiguió.

Luego de caer en la definición de Doha en la primera semana del calendario de esta temporada ante Roberto Bautista Agut, Djokovic se alistó para partir a Australia con el objetivo claro de conseguir la corona. Los partidos se iban sucediendo y el nivel del serbio cada vez era más colosal. Las actuaciones ante el canadiense Denis Shapovalov en tercera vuelta y ante el ruso Daniil Medvedev en los octavos de final fueron los momentos en donde el campeón pasó algunos instantes de zozobra. Sin embargo, desde allí hasta conseguir levantar el título, todo se simplificó para Nole e hizo parecer a sus rivales unos tenistas con poco rodaje profesional, llevando al número dos del mundo, el mallorquín Rafael Nadal a sentir que cualquier cosa que hiciese resultaría inútil ante el semejante tamaño de importancia que significaba tener a Djokovic enfrente en esa final que culminó en apenas dos horas y algo más de juego.

El éxito en tres sets ante Nadal le dio a Nole el número del Black Jack, el famoso veintiuno que hay que lograr para ganarle a la banca. Esta marca fue conseguida por tercera vez en la carrera del serbio, ya que, en las temporadas 2011/2012 y en las 2015/2016, hilvanó Wimbledon, el Abierto de los Estados Unidos y el Abierto de Australia en forma consecutiva, con la salvedad que en el 2016, además de esta cantidad de encuentro, le sumó el título en Roland Garros y algunas victorias más en el certamen siguiente en la Catedral del tenis. Sin dudas, lo de Nole en estos tiempos que se viven en el tenis, es una cosa muy seria. Dichosos los que resultamos contemporáneos de sus conquistas.

Los mejores momentos de la última conquista de Nole: