El salame, aunque de origen italiano, es un embutido que forma parte de la gastronomía argentina y es un clásico que acompaña las mejores picadas. Por su sabor intenso y su textura única, cautiva paladares en todo el mundo y particularmente en nuestro país se ha ganado un lugar importante en la tradición culinaria.
Como sucede con muchos platos, los viajeros siempre están en la búsqueda de los mejores destinos para degustar sus comidas favoritas, y el salame no es la excepción. De Córdoba a Entre Ríos, pasando por Buenos Aires, las recetas han ganado adeptos llegando a ser incluso protagonistas en varias fiestas populares.
Colonia Caroya es conocida como la cuna del salame argentino y ofrece una experiencia culinaria inigualable. Es posible visitar en esta localidad históricas fábricas de embutidos donde se elabora el salame de manera artesanal siguiendo recetas milenarias.
Los visitantes pueden recorrer varios emprendimientos que abren sus puertas para exhibir su producción familiar y artesanal de chacinados, dulces y embutidos, con recetas que provienen de los primeros inmigrantes italianos que ocuparon la zona desde 1878. En estos establecimiento uno puede adentrarse en las salas de elaboración de los productos, conocer los procesos empleados y la historia de esta tradición gastronómica.
Este destino del departamento Colón, cuenta además con la Fiesta Provincia del Salame Típico que se realiza en el mes de noviembre y que ya cuenta con más de 40 ediciones.
Oncativo por su parte, ubicada en el centro de la provincia de Córdoba, cuenta con su Fiesta Nacional del Salame Casero que se acerca a su medio siglo de vida.
En 2023 la localidad destronó a Tandil con la producción del salame más largo del país, marcando un nuevo récord con 237 metros.
En la localidad de Tandil se elabora una fusión de recetas de inmigrantes españoles, italianos y franceses, logrando como resultado un chacinado reconocido con la Denominación de Origen, el primer producto en Argentina con esta distinción.
Los registros de chacinados tandilenses datan de la década de 1880, de la mano de inmigrantes italianos de la Toscana y la Lombardía, pero también de recetas que llegaron de España y Francia.
La receta tandilense contiene mezcla de carne porcina y vacuna, tocino, sal, pimienta negra y blanca, nuez moscada, ajo y vino blanco. Es posible degustar esta exquisitez en numerosas charcuterías y restaurantes acompañado de pan casero y quesos de la zona.
La ciudad de Mercedes, donde se celebra la Fiesta del Salame Quintero, congrega a miles de personas desde 1975. El salame quintero está fabricado con un 80% de cerdo y 20% de vaca y se trata de un producto de marca registrada no industrializado que no puede fabricarse en otro sitio.
La localidad entrerriana tiene su propia Fiesta Provincial del Salame, y celebra desde hace más de quince años esta distintiva producción traída por los italianos de Veneto, Lombardía y Liguria.
En Chajarí, los productores han logrado mantener el conocimiento ancestral para construir la imagen ya ampliamente difundida del “salame de Chajarí” que hoy ofrece sustento a un destacado número de familias que, con sus propias recetas, ofrece este producto de la gastronomía local.
Desde hace mucho tiempo el salame de Chajarí logró una ubicación preponderante en la preferencia de la gente. Incluso es común hallar en la provincia y fuera de ella, negocios con carteles que venden salames provenientes de esta ciudad, como una presentación de calidad y prestigio.
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