Abrí tu mente
La diferencia entre tener sexo y tener buen sexo es que para el bueno es necesario abrir la mente y despojarse de clichés, tabús y estereotipos. Por eso, antes de disfrutar de una sesión hay que dejar cualquier tipo de prejuicio fuera de la habitación. Como en el amor y en la guerra, en el sexo todo vale. Que no te importe lo que diga o haga la gente, si los dos disfrutan física y emocionalmente, entonces no te dejes influenciar por lo que te digan tus amigas o lo que escuches por ahí. Además, no juzgues. Haciéndolo lo único que conseguirás es que tu pareja no vuelva a sugerir nada nuevo, y vas a caer en la rutina más aburrida cuando menos te des cuenta.
Confiá en vos misma
Tener sexo de calidad no depende sólo de las posturas y la destreza que ambos tengan en la cama, ya que hay otros factores que influyen, ¡y mucho! Algo está claro, no hay nada más sexy que la confianza. Tenes que actuar como si estuvieras segura de vos misma incluso en tus peores días. Es la única forma de experimentar, así que no te avergüences ni te retraigas.
Trabajar un poco la confianza en la otra persona también funciona muy bien en la cama. Si sos de las que cede el testigo al otro y se deja guiar, proba con agarrar vos misma las riendas y a llevar la voz cantante alguna vez. Toca a tu chico antes de que empiece él, elegí posturas en las que vos domines la situación y enséñale qué es lo que más te gusta y cómo preferís que te toque. Mientras más directa seas, más sexy resultarás.
Sexo oral
El truco para dar lo mejor de vos misma a la hora de practicarlo está en los pequeños detalles, que cómo siempre marcan la diferencia. Si queres impresionarlo con el mejor de su vida, proba con la técnica del sacacorchos. Este ejercicio consiste en hacer círculos con la lengua en la cabeza del pene mientas que con las manos lo acaricias haciendo pequeños giros arriba y abajo, como dibujando un muelle. Otra de las cosas a recordar es que no hay que centrarse en un solo movimiento ni en una sola área. Explora, innova y descubrí.
Estimula tu mente
Hasta el sexo más primitivo puede ser excitante, pero si se consigue que sea un poco menos físico y algo más psicológico, te aseguramos que el placer será máximo. Se ha asegurado que el placer sexual involucra tanto a la parte más física de nuestra composición como a la mental. El llamado sexo “psicofisiológico” afirma que si tu disposición mental es la adecuada, el impacto sobre tu cuerpo será enorme. El cerebro, aunque parezca mentira, es una de las zonas erógenas más potentes de nuestra fisiología. Por eso también hay que estimularla.
Una de las formas más directas de hacerlo es a través de nuestros pies. Pero no solo la mente sirve, ya que estimular todos los sentidos con geles de placer y lubricantes pueden ser un gran aliado.
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