En una relación de pareja existen mil consejos para que las cosas vayan hacia adelante y salgan bien, pero también hay cientos de cosas que hacen que se hunda en el infierno. Terminar con una relación es algo que nadie quiere cuando se está enamorado, y por eso hay que evitar todo eso que lleva el amor al final. En este caso nos referimos a los reproches, que son desde luego malísimos amigos de las relaciones de parejas sanas y duraderas.
Una clara revelación del pasado
Los reproches no son más que vistas hacia atrás, pero con mala idea. Si se ha pasado página respecto algo, simple y llanamente hay que tirar hacia adelante, no volver de vez en cuando a echar en cara ese pasado. El rencor mata al amor lenta y dolorosamente. Los reproches son el resultado del rencor hecho palabras, y si hay reproches cada día o cada noche, probablemente todo vaya hacia atrás con el tiempo.
Costumbre
Si pruebas a echar cosas en cara de manera más o menos regular a tu pareja, te aseguramos que en muy poco tiempo, esto se convertirá en un feo hábito que formará parte de tu relación como subir o bajar la persiana para que no entren los rayos de sol en la mañana. Será una cosa más que harás y formará parte de tu rutina, para tu propia desgracia y la de tu pareja.
Hartazgo y tristeza
Serán estos dos sentimientos los que te encontrarás si eres la reina del reproche. Y no sólo en tu pareja, sino en ti misma, porque créenos, acabarás tan agotada que aunque no puedas parar, sentirás que tú eres la culpable.
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