De pie
Si queres quemar calorías, hacer el amor de pie es una de las posturas básicas que no pueden faltar en tu lista. En este caso él cargará todo el peso en los brazos, pero tú también podrás entrenar fuerza y resistencia, especialmente en abdomen, glúteos y piernas. Existen dos variantes: él detrás de ti o cara a cara. La más habitual es en la que él se coloca detrás, ya que tú puedes adaptar tu postura para que la penetración sea más profunda, pero cara a cara también es muy placentera y, al tener que mantener el equilibrio por ambas partes, el gasto calórico es mayor.
El arado
Esta postura requiere que estés tumbada boca arriba, con las piernas ligeramente flexionadas hacia tu pecho, lo que te ayudará a trabajar los músculos del glúteo y los abdominales. Él tendrá que hacer pequeñas sentadillas para completar la postura, por lo que su gasto calórico será mayor. Se trata de una posición en la que la penetración es muy profunda, por lo que es conveniente que vuestros movimientos sean acompasados para que disfrutéis al máximo.
La carretilla
Esta posición solo es apta para los más atrevidos, eso sí, con ella conseguirás tonificar hombros, brazos y abdomen, pues tendrás que hacer una especie de flexión para mantenerla. Él también fortalecerá brazos, pues tendrá que sostener tus piernas en alto. Requiere fuerza y equilibrio, por lo que es probable que las primeras veces os resulte más difícil llevarla a cabo, pero ya sabes, ¡todo es cuestión de práctica!
El puente
Si buscas trabajar la flexibilidad, esta postura es perfecta. También trabajarás la resistencia y la tonificación en general, ya que la mayor parte del esfuerzo en esta posición recae sobre ti. Es importante realizarla con cuidado y con la ayuda de tu pareja para evitar lesiones, especialmente a la hora de realizar los movimientos. Eso sí, si tienes problemas de espalda, esta no es la postura más indicada para ti.
El perrito erguido
Una postura práctica para favorecer el tono de los glúteos, el abdomen y la cadera. Requiere que el hombre se ponga de rodillas sentado sobre sus talones y tú te sientes sobre él. En esta posición es fundamental ajustar bien el ritmo de vuestros movimientos.
El tubo o la V erótica
En esta postura tendrás que sentarte en el borde de una mesa y colocar las piernas encima de sus hombros. Deberás hacer fuerza con los brazos para evitar que él te mueva. Con esta postura fortalecerás tanto brazo como abdomen. Por la posición de las piernas, también trabajarás la flexibilidad. Se trata de una de las posturas más complicadas para ti, pero como ya te hemos dicho, seguro que será más sencillo cuanto más la practiques
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