Sal del cuarto y experimenta en otros cuartos

En una silla

La postura top: ponte en situación. Él sentado, la espalda recta contra el respaldo, las piernas ligeramente apretadas y los pies anclados al suelo. Ponte frente a él, con las piernas abiertas, y rodealo con tus piernas y brazos.

El pie: una postura tierna y cariñosa que permite mirarse a los ojos. Las cuatro manos se quedan libres y pueden acariciar sus cuerpos. Estás en la postura del capitán: eres tú quien marca el ritmo, puedes acelerar o aminorar el ritmo, así como la profundidad de la penetración.

En la ducha

La postura top: apoyate bien contra la pared y no contra la cortina de ducha o el cristal de ducha, ya que puede ser peligroso. Abre un poco las piernas y deja que tu hombre te levante a su altura, de manera que ambos sexos queden en el mismo nivel. Rodea con tus piernas las suyas y agarrate a su espalda para tener equilibrio.

El pie: esta postura es un ‘must’, es una postura “obligatoria”. En la ducha, puedes hacer preliminares acuáticos con el pomo de ducha cuyo agua va cayendo lentamente sobre el cuerpo del otro.

En el sillón

La postura top: tu pareja está cómodamente tirado en el sillón. Acercate y ponte encima de él. Abre las piernas y coloca tus pies sobre el respaldo. Acerca tu pelvis a su pubis e inicia un delicioso movimiento para que entre dentro de ti. Manten el equilibrio apoyándote en tus pies y en tus brazos.

El pie: esta postura permite devorarse con los ojos dejando a tu hombre que acaricie tu cuerpo. Tu inclinación y la apertura de tus piernas invitan a una penetración más profunda, y que sabrás controlar.

Sobre la mesa

La postura: tu chico se sube a la mesa y se coloca de rodillas, sus glúteos bien apoyados sobre sus talones. Te colocas de espaldas a tu chico y te inclinas hacia delante con las piernas ligeramente separadas y tus pies mantenidos sobre el suelo.

El pie: la escasa altura de la mesa y el hecho de apoyarse sobre los pies anclados al suelo, te garantiza un buen equilibrio y reduce el esfuerzo muscular. Agregale un toque picante y coloca un espejo frente a ustedes. Podrás observar el rostro de tu chico e intercambiar miradas llenas de complicidad.

En la cocina

La postura: subete a la barra y tumbate boca arriba. Tu chico se pone frente a vos, de pie. Levanta tus piernas hacia arriba y coloca tus pies sobre sus hombros. Coloca la pelvis frente al sexo de tu chico para que estén en el mismo nivel.