Las mentiras del sexo


Todo lo que hay que saber


Existen muchas leyes que corren boca a boca sobre lo que hay que hacer en la cama y que no, sobre lo que debería pasar y lo que no. Eso es algo que se debe cortar, ya que muchas veces se inventan ciertos detalles que luego condicionan a la persona en el momento de tener relaciones. Lo más importante es dejar la vergüenza de lado, olvidarse de todo aquello que se ha dicho del sexo que lleva a sobre pensar, y dejarse llevar por el momento erótico que se está viviendo.

-Todo es cuestión de piel: Esto no es totalmente verdad, ya que la fantasía es fundamental para las relaciones sexuales. Las estimulaciones psicológicas cumplen un papel central en la excitación tanto femenina como masculina. Se termina convirtiendo en un combustible erótico clave, que sube la temperatura a otro nivel.

-Es esencial ser multiorgásmica: hay mujeres que pueden tener dos, tres o cuatro orgasmos seguidos, pero también hay muchas que después de experimentar placer no desean ni soportan que las estimulen de nuevo, porque la sensibilidad en la zona es muy alta. Es decir, ni se aprende a tener un multiorgasmo ni es una propiedad inherente a la naturaleza femenina. Solamente se trata de pasarla bien, y encontrar la manera propia de hacerlo es sinónimo de felicidad

-A un hombre lo hechiza una mujer vestida con lencería sexy: Esta regla no se aplica en todos necesariamente. Hay hombres que mueren por ver a su mujer de entrecasa. Y mismo, no hay nada que enloquezca más a un hombre que ser recibido por una mujer completamente desnuda. De todos modos, la lencería si es una buena estrategia, pero es una más.

-Los hombres tienen más ganas siempre: Esto es totalmente falso. La predisposición al sexo tiene que ver con diversas cosas y está asociada principalmente a las variaciones en la libido. La dieta, el sueño, la salud, el estrés, las condiciones médicas, la autoestima, hay muchas cosas externas que también afectan el deseo sexual en hombres y mujeres, y no necesariamente es algo del género.

-Si se necesita lubricante es porque falta deseo: Por cuestiones hormonales, por estrés o por las particularidades del cuerpo puede ser que la lubricación natural no sea la suficiente para disfrutar del acto sexual. Si a uno le cuesta relajarse, seguramente el cuerpo responda mejor ante el uso de un lubricante. De todos modos, aunque no sea necesario, se puede usar para generar más placer.

Suscríbete para acceso total!

Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!

Verificando suscripciónError al verificar, intente de nuevo

Por favor verifique su suscripción

54