Aunque es un tema tabú para muchos, explorar la sexualidad de manera individual y como parte de las prácticas propias de una relación es saludable. La ayuda de dispositivos para elevar la temperatura en el dormitorio es siempre más que bienvenida. Y desde el auge de la literatura erótica, con sagas como Cincuenta sombras de Grey, los juguetes sexuales se han abierto paso hacia millones de camas en todo el mundo.
Contrario a lo que se piensa habitualmente, no todo consiste en emular el sexo a través de piezas que imitan partes del cuerpo humano, ya que hay tantos juguetes como fantasías sexuales. La clave es encontrar el que mejor se adapte a la búsqueda de disfrute ya sea en compañía o en solitario.
Rompiendo el mito
La idea de que una pareja que viva de forma plena su sexualidad no necesita aditivos es tan equívoca como perjudicial. Cuando el respeto, la confianza y la comunicación están presentes en una relación, se abre un universo sexual muy complejo que permite mantener viva la llama y donde la única norma vigente es que todo, o casi todo, vale.
Los juguetes sexuales son un complemento que puede aportar ingenio desde las primeras etapas de la relación. No es necesario esperar a que la relación “se enfríe” para innovar: que la diversión, la curiosidad y el aprendizaje estén entre las bases de la intimidad ayudará a mantener activo el deseo sexual y a esquivar la rutina.
No solo juguetes, también juegos
Supongamos que decidiste dar el paso de incorporar algunos juguetes sexuales al sexo en pareja. Pero no todo se basa en hacerte con un par muertas de aburrimiento en un cajón o limitarse al uso básico que su propia forma sugiere.
Cuando pienses en este aspecto del sexo, no te centres solo en los juguetes que tenes, sino en crear juegos eróticos, que puedan convertir la práctica sexual en un momento para combinar la pasión con mucha creatividad y, por qué no, algunas risas. Para ello, existen algunas reglas básicas que pueden llevarse a cabo como idea para inventar tu propio repertorio de juegos:
Preguntas y respuestas: en el mercado hay un montón de juguetes sexuales al estilo Cluedo. Si ninguno te encaja, con casi cualquier juguete puedes crear una dinámica en la que, si se responde correctamente a una pregunta, se puede pasar a la siguiente; si no, se debe interaccionar con el juguete en señal de castigo.
Ver y no tocar: ideal para elevar la temperatura al máximo. En este caso la idea es que uno de los miembros de la pareja pueda observar al otro interaccionando con los juguetes, pero sin poder tener contacto físico, ¡a ver quién se rinde antes!
Azar puro y duro: perfecto para los más juguetones. Proba con llenar una bolsa de tela con muchos trozos de papel, algunos marcados y otros no. Comenza agarrando los papeles por turnos y cada vez que salga uno marcado, ¡sorpresa! Quien gane podrá decirle a su pareja que haga algo concreto con los juguetes que tienen a mano
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme