Es difícil decir que una segunda oportunidad funcionará o no pero es un hecho que si se da, ésta debe sacar lo mejor de ambos.
Cuando quieren encontrar soluciones para viejos problemas, cuando notan un cambio en sus acciones y están dispuestos a intentarlo, entonces es buena señal.
Una cosa es que un ex jure que ha cambiado y que hable sobre cómo ha aprendido de los errores o cómo ha crecido como persona. Pero lo que realmente quieres ver es la forma en que vive su vida ahora. Las acciones son lo que importa, no sólo las palabras.
Puede ser una señal positiva si tu ex está dispuesto a idear un plan en conjunto para que no terminen yendo por el mismo camino y teniendo los mismos problemas que los llevaron a romper en el pasado. Si este regresa con mejores hábitos que favorecen a una relación amorosa, cariñosa y estable, definitivamente tiene el potencial para un nuevo compromiso a largo plazo.