Conversaciones sobre sexo a las que ninguna pareja debería renunciar

Frecuencia sexual
¿Sentís que deseas más encuentros íntimos que los que tenes? ¿O preferís menos, pero con mayor calidad? ¿Que tu trabajo o el rol de madre, padre o hijo, o los de su pareja desplazan el sexo? No te calles, habla con tu pareja, negocia, porque la frecuencia de las relaciones sexuales genera muchas dificultades. Lleguen a acuerdos, pero no se conviertan en espectadores pasivos del deterioro de una sexualidad extraordinaria al inicio de la relación a una sexualidad rutinizada. No hagan el acto sexual por cumplir un requisito, sino, porque lo desean de verdad.

Prácticas y formas
Conversá sobre las prácticas sexuales que más te gustan y acerca de aquellas no te están haciendo sentir cómoda y decí qué otras no estas dispuesto a experimentar. Dialogá sobre las formas de estimulación, el cómo, el dónde, el con qué les gusta. Los sitios, las vestimentas, si con luz prendida o apagada. Si prefierís que te digan durante el acto sexual palabras bonitas o groserías. Si te encanta un ritmo lento, rápido, rudo. Conversá si estas contenta o no con el preludio, lo que te gusta que te hagan antes del coito. Y recuerdá que prácticas como sadismo, fetichismo, tríos, swinger, deben ser conversadas y convenidas, no presionadas.

Tabúes y miedos
Hay temas vedados en una relación y hay que hablarlos, como el hecho de saber si la pareja se masturba o no. Casi siempre las parejas terminan individualmente masturbándose porque es un tabú contárselo a su cónyuge y a veces es válido saberlo, porque en muchas ocasiones, la misma pareja puede ayudar, lo que puede llegar a ser saludable para la relación.

Del sexo mismo incluso no se habla muchas veces porque se considera sucio, pecaminoso, penoso hablar del asunto. Hay que vencer esos prejuicios. Si es una persona que dialoga libremente con su pareja de la relación sexual le va a permitir conocer cómo funciona su cuerpo, qué le gusta en el sexo, cómo, cada cuánto prefiere y eso es clave para una buena vida sexual.

Detonadores de placer
Indagá sobre esa forma o práctica sexual que enciende la chispa y detona su placer, para permitirle concluir al final que tuvo un muy buen desempeño. Empezá por conocer bien tus propias zonas erógenas para explorar y conocer las del otro.

Tené en cuenta que no solo se puede llegar a un orgasmo a través del coito. Muchas son las parejas que lo buscan únicamente a través de esta forma, pero se puede llegar a él también a través del sexo oral, la automasturbación o la heteromasturbación (masturbación mutua) o con la ayuda de un juguete sexual. Hay que hablar sobre todas las otras posibilidades de llegar al orgasmo.

Cambios corporales
Cuando mujeres y hombres no se sienten atractivos, han engordado, sienten que tienen un cuerpo defectuoso o han pasado por experiencias corporales difíciles, ven afectados su desempeño en la sexualidad y se cohiben.

Antes que hablar, optan por huirles a las relaciones, a no desnudarse, a taparse con las sabanas, a no quitarse toda la ropa, a permanecer con la luz apagada. Así que hay que hablar sin tapujos, con total desnudez, de los cambios en el cuerpo, de la valía propia. Este es uno de los diálogos más incómodos y menos posibles, pero es muy útil a la hora del juego y los preámbulos sexuales que son tan interesantes.