¿Será el aislamiento la oportunidad perfecta para tener relaciones en el desayuno y luego una ardiente siesta a la hora del té? En realidad, aunque sería lo ideal, pasamos más tiempo leyendo o haciendo cosas que nos gustan. A continuación, te damos algunas explicaciones a por qué el sexo no se volvió la prioridad.
Tan pronto como se anunció el encierro, vimos una oportunidad para impulsar nuestra vida sexual. ¿Lo pensamos mucho? Puede ser. La idea de tener tiempo (o digamos, de matarlo) sugirió un aumento en el número de nuestros informes. Ni siquiera sospechábamos de una posible separación al final de este período e incluso hasta predijimos un “baby boom” en 9 meses. Al mismo tiempo, ciertas marcas de juguetes sexuales afirman que hubo una explosión en sus ventas.
En resumen, la cuarentena debería haber traído buenas noticias para nuestra sexualidad que a diario lucha contra nuestra vida cotidiana, los momentos de fatiga y las interminables noches de Netflix. Lamentablemente, no lo fue.
Pero lo que sí podemos destacar es el uso de nuestra imaginación. Según un estudio, la gente empezó a leer y dibujar más, la cocina abrió sus puertas a los menos gourmet, y nuevas canciones/artistas sonaron en nuestras monótonas playlists. Son tan solo el 8% de las personas quienes afirman que fue una oportunidad para incursionar en el terreno de las relaciones sexuales.
De vez en cuando, el confinamiento toma color a vacaciones y la posibilidad de desarrollo personal parece acercarse cada vez más. Pero, al ponerlo en perspectiva, podremos darnos cuenta que no todos están disfrutando y, de ser al revés, tener sexo no es la prioridad.
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