Cómo evitar el tránsito lento en el día a día

El tránsito lento es un problema frecuente que se puede tratar mejorando la alimentación. Muchas veces podemos adquirirlo de manera hereditaria, a veces por estar pasando periodos estrés, por no llevar una dieta equilibrada y mantener un ritmo de vida sedentario.

Según los nutricionistas, el problema empeora en invierno, porque en los días fríos las personas beben menos agua, ingieren comidas más calóricas, con más carbohidratos y azúcares refinados y disminuye el consumo de fruta. También practican menos ejercicio lo cual son todos factores que predisponen al tránsito lento intestinal.

Alimentos que debes evitar si padeces tránsito lento intestinal

Queso, chocolate, crema, harina refinadas, azúcar, plátanos, lácteos o café son algunos de los alimentos a evitar.
Debido a su ausencia de fibra y de agua, no son beneficiosos para el estreñimiento, producen lentitud en el metabolismo, que sientas pesadez y cueste trabajo hacer la digestión.

Consejos para mejorar el tránsito lento

– Es fundamental tomar agua. Beber infusiones es la mejor opción en los días más fríos.
– Las frutas y verduras frescas son alimentos indispensables. El consumo de cítricos por la mañana es de lo más beneficioso para la salud.
– Opta por carbohidratos integrales, arroz integral, pastas integrales y centeno.
– Incorpora semillas a tu alimentación como la linaza, que tiene un efecto laxante natural. Sus ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras de las mucosas.
– Agrega legumbres que tienen gran contenido en fibra, pero deben acompañarse con carbohidratos para la correcta absorción. Por ejemplo, lentejas con arroz.
– No se debe aguantar nunca las ganas de ir al baño para no disminuir el reflejo gastrocolónico.
– Evitar el uso de laxantes, a no ser que el médico lo indique. Un consumo excesivo de laxantes puede provocar dependencia y movimientos intestinales disminuidos que sólo agravan el problema.
– Practicar ejercicio y mantenerse activo resulta muy beneficioso para el organismo.

Existen hábitos que favorecen el tránsito lento como cambiar la alimentación durante un viaje, ingerir fármacos como analgésicos, diuréticos, antidepresivos o antiácidos. El problema es más frecuente durante el embarazo o después de haber dado a luz en el caso de las mujeres. También afecta a personas con problemas nerviosos, con intestino irritable o con hipotiroidismo.

El problema puede mejorar cambiando hábitos y manteniendo una correcta alimentación.