La diabetes afecta la producción de insulina, millones de argentinos la padecen y otro millón está en riesgo de contraerla. Es muy importante adoptar hábitos alimenticios que prevengan las complicaciones principales que provoca esta enfermedad, ya que ataca a la vista, el corazón, los riñones, nervios, piel y pies.

Una persona con diabetes tiene que tener cuidado con el índice glumécimo de los hidratos de carbono y las grasas porque cuánto más sube la insulina, más produce daño en las arterias.

Por ellos conviene consumir los azúcares de de absorción lenta como los cereales integrales, legumbres, hortalizas y frutas. Así como también las grasas insaturadas como el pescado, aceite, frutas secas, y lácteos descremados.

En cuanto a los alimentos que contienen grasas saturadas, colesterol y azúcares de absorción rápida, se recomienda no consumirlos con frecuencia:
► Quitarle la piel y grasa al pollo antes de cocinarlo.
► Evitar frituras, embutidos, fiambres, manteca y crema.
► Reducir mayonesa y otros aderezos.
► Sal.
► Alcohol.
► Azúcar, miel, caramelos, chocolate, gaseosas, dulces.

La diabetes no se cura, pero se puede controlar y siempre es saludable realizar alguna actividad física para reducir el riesgo de contraerla.