Tres ideas prácticas y fáciles para la mañana

Yogur con granola

Si tenés ganas de incorporar cereales a tu desayuno, esta es la opción ideal. Primero tenes que elegir un yogur con un sabor que te guste, y ponelo en un bowl a tu gusto. Al plato le podes incorporar frutos secos, media taza de avena, un chorrito de miel, que no solo lo hará riquísimo sino que además es super healthy. La avena es uno de los cereales más ricos en proteínas y como proporciona vitamina B activa las funciones energéticas del sistema nervioso para que empieces el día con el pie derecho.

Café y tostadas, versión moderna
Si te levantaste con poquito para desayunar, no lo dudes y optá por un café recién hecho y espumoso. En cuanto a la comida, una excelente opción que puede ir acompañando esa bebida matutina es el avocado toast: una tostada con queso crema, rodajas de palta y un huevo poché.

El gran secreto a tener en cuenta acá es que, para transformarlo en un desayuno más sano, además de la palta, hay que usar pan integral con semillas y queso untable bajo en calorías. No te preocupes por el huevo porque su preparación es súper fácil. Solo tenés que sumergir uno en agua caliente, no hirviendo, por unos minutos hasta que se cocine lo suficiente para que al sacarlo quede a punto y súper blando para colocar sobre la tostada y listo.

Un licuado diferente

Si te cansaste de los snacks de siempre que encontrás en tu cocina para agregarle al desayuno, proba esta receta. Además, si sos de los que dejan todo para último momento y te levantás super apurado te recomendamos que hagas lo siguiente: el día anterior acordáte de dejar preparado o un licuado listo para consumir, y vas a ver cómo vas a cambiar la manera de encarar el nuevo día.

Pueden ser a base de leche y agua, y su gusto pueden variar entre vainilla y chocolate para los golozos, o puede ser de frutas. Además, tienen el bonus track de ser súper sanos y nutritivos, ya que las frutas dan las vitaminas y nutrientes necesarios para empezar el día con pilas e hidratada. Así que no es sólo consumir algo riquísimo sino que también es algo que te va a dar energía cuando más lo necesitas.