Pechos sensibles
Después de dar a luz podrías presentar pechos sensibles y dolorosos al tacto. Con la producción de leche, tus senos podrían estar congestionados e inflamados, lo que cual provoca dolor. No está de más decir que debido al estiramiento de la piel, es posible que pierdan algo de firmeza.
Secreción vaginal
Después de dar a luz, la membrana mucosa superficial que cubre el útero durante el embarazo comenzará a desprenderse, por lo que vas a presentar secreción vaginal abundante. Aunque ésta puede aparecer con sangre durante los primeros días, no hay razón para asustarte. El flujo poco a poco disminuirá, se volverá más acuoso y cambiará de color hasta llegar a un blanco amarillento.
Incontinencia urinaria
El embarazo y el trabajo de parto pueden estirar o lesionar los músculos pélvicos que sostienen al útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. Esto podría ocasionar que se escapen algunas gotas de orina al estornudar, reír o toser. Para estos casos, se recomienda realizar los ejercicios de Kegel para tonificar los músculos del piso pélvico. Hacerlos tres veces al día ayudará a que este problema mejore.
Hemorroides
Las temidas y dolorosas hemorroides son visitantes comunes después del parto. Si sentís dolor e inflamación al hacer del baño, probablemente tienes los vasos sanguíneos del recto y/o el ano inflamados. En caso de presentar estas molestias, acudí a tu médico para que te indique el mejor tratamiento para aliviarlas. No olvides incluir fibra en tu alimentación y tomar suficiente agua para mejorar los síntomas.
Cambios en la piel
Durante el embarazo, tu piel es testigo de múltiples cambios como manchas y estrías. Si bien después del parto éstas últimas no desaparecerán, con el tiempo se pueden desvanecer. La flacidez abdominal no se hará esperar, así que podes combatirla con una alimentación saludable y ejercicios para volver a tonificar tus músculos. Habla con tu médico para saber cuáles actividades físicas podes hacer para retomar poco a poco.
Depresión posparto
Si ya paso tiempo y seguís con cambios de humor graves, podrías sufrir depresión posparto. Este trastorno afecta entre el 10% y 15% de las madres, las cuales presentan ansiedad, sentimientos de culpa, cansancio y pérdida de apetito.
A pesar de que es un malestar posparto, se puede diagnosticar hasta un año después del nacimiento del bebé. Si pensas que podrías estar deprimida, debes acudir con un especialista en salud mental para que te brinde un tratamiento adecuado.
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