El cuerpo atraviesa muchos cambios cuando estás embarazada. Incluso desde las primeras semanas los sintomas comienzan a aparecer, gracias a la bomba de hormonas que explota por todo tu cuerpo. ¡Es inevitable sentir los primeros cambios! Así que conócelos para que sepas cómo reaccionar ante ellos.
Desde el primer instante luego de la fecundación, el cuerpo comenzará a producir miles de hormonas y sustancias nuevas para asegurar que se pueda dar inicio al proceso de desarrollo. Es en las primeras semanas donde ya puedes hacerte una prueba de embarazo y decir con seguridad que estas embarazada. Especialmente porque comenzarás a tener síntomas de embarazo:
En el primer mes de embarazo, no se puede apreciar muchos cambios en el vientre. Eso no quiere decir que no estén ocurriendo millones de cambios y reacciones nuevas en tu interior, pero si observas con cuidado puedes ver cómo aumenta tu vientre semanalmente.
En el primer mes, el vientre puede sentirse un poco hinchado. Es normal sentir ciertos punzones, el dolor en el vientre durante el embarazo es similar a los que aparecen durante el período. El primer cambio visible en el vientre se aprecia es adentrándose al tercer mes de embarazo. En esta etapa es fácil de ocultar y disimular el embarazo en caso de que aun no quieras dar la noticia.
No obstante, el primer cambio notorio que podrás observar en tu cuerpo, es el aumento en el tamaño de los pechos. Los sentirás mucho más tensos y grandes, debido al aumento de las hormonas femeninas.
Todas las futuras madres deben tener en cuenta que el primer trimestre de embarazo es el más importante de todos. Ya que es en esta etapa donde se definirá si el desarrollo del bebé será adecuado y tranquilo durante los siguientes nueve meses.
En este período casi todas las acciones que tenga la madre repercutirán directamente sobre el bebé. Así que lo primero que debes hacer es dejar de lado cualqueir hábito dañido que tengas y comenzar una vida más saludable.
Esto se debe a que durante las primeras ocho semanas de gestación, el bebé aún es un embrión. Una vida muy frágil que puede verse interrumpida si llega a suceder algun cambio brusco en el interior del cuerpo de la madre. Ya pasado el primer trimestre, el bebé ya ha avanzado en su desarrollo y se vuelve más resistente y comienza a recibir muchos más nutrientes.
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