La silla de escritorio es algo que no puedes pasarte por alto en tu oficina o en tu lugar de teletrabajo. Si no está en condiciones o no tienes la adecuada para tus necesidades, puede causarte muchos problemas como reducir tu capacidad de trabajar de manera efectiva y eficiente, además de ocasionar problemas en tu salud.
La espalda es la principal fuente de lesiones ya que pasas muchas horas al día en ella. También repercute en otros aspectos de la salud como las articulaciones o la circulación sanguínea. Por tanto, es muy importante elegir una buena silla de escritorio para evitar complicaciones en la espalda y en la zona lumbar.
¿Qué debes tener en cuenta al elegir tu silla de escritorio?
El asiento
Debe ser regulable en altura para fijar la posición del torso respecto a la mesa de trabajo. Si la silla es muy baja sufrir a nuestras lumbares, y si es muy alta forzaremos las vértebras y los músculos de la parte dorsal y el trapecio. También debe permitir modificar el respaldo, para que nuestro abdomen no se ve a comprimido y no cause problemas de circulación y digestivos.
Respaldo
Es la parte más importante de la silla de escritorio, debe ajustarse a tu espalda y ofrecer apoyo en la zona lumbar. La altura del respaldo es recomendable que sea regulable, y la longitud debe cubrir al menos toda la espalda.
Posabrazos
Debe mantener una postura cómoda brazos formando un ángulo de 90 grados mientras escribimos en el ordenador.
Base
Puede tener ruedas, ya que permite mayor comodidad, cambiar de postura o desplazarnos.
Tapizado
Debe ser transpirable y diseñado para soportar el uso continuado. El cuero siempre ha sido uno de los materiales más usados, pero es mejor utilizar textiles o texturas transpirables. También debe ser hipoalergénico y que no resbale.
Señales de que es momento de cambiar tu silla de escritorio
– No se mantiene estable tanto en el respaldo como en la base.
– Ya no soporta el peso y afecta el nivelador de altura o la posición del respaldo.
– El asiento no cuenta con almohadilla en buenas condiciones.
– Cuando ya no sientes la silla es cómoda, es una buena razón para reemplazarla.
– Escucha tu cuerpo y elige la más adecuada según tus necesidades.
Recuerda
Lo más recomendable es levantarse para realizar estiramientos en el cuello, espalda, brazos y piernas al menos cada dos horas para evitar el entumecimiento por falta de circulación. Realizar ejercicios de flexibilidad disminuye la tensión muscular mejora la circulación y disminuye el estrés y la ansiedad.
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