Siete errores laborales y cómo arreglarlos

Todas cometemos errores, y aunque es cierto que algo se aprende, nos pueden terminar saliendo caros. Lo cierto es que algunos comportamientos aparentemente inofensivos y totalmente comunes en el lugar de trabajo pueden estar saboteando tu carrera, y peor aún, tu potencial salarial. El hecho es que ganar más dinero te brinda la oportunidad de construir una base financiera más sólida y así puedes comenzar a identificar tus objetivos, ya sea comprar una casa, viajar más, mejorar tu estilo de vida o ahorrar para tu jubilación.

Pero decir que quieres ganar más dinero y, en realidad, ganar un salario más alto son dos cosas diferentes. Entonces, ¿cómo puedes desarrollar un plan para llegar a tener el dinero necesario para hacer esos sueños realidad?

La verdad: no es fácil. Afortunadamente, hay una gran cantidad de pistas y buenos consejos que los expertos han dejado por ahí, y nosotras hemos reunido algunos de nuestros favoritos para descubrir los errores más comunes y cómo salir de ellos.

Enamorarse de un trabajo
Desde que tenías 16 años, mirabas hacia afuera por la ventana de tu cuarto y soñabas con tu “vida”. Visualizaste el trabajo perfecto y diseñaste el camino hasta conseguirlo: estudiaste, tomaste cada oportunidad que hubo y finalmente obtuviste el trabajo, pero ¡sorpresa! el salario no es lo que imaginaste, o no es un trabajo formal, te ofrecen una pasantía sin pago o una oportunidad freelance. Finalmente hiciste tu sueño realidad, y aunque no se parece en nada a como lo imaginaste, has trabajado tan duro por ello, que lo aceptas. ¡No! Este no es el camino hacia la seguridad financiera que quieras y tú lo sabes. Pero el amor y la pasión por este trabajo nublan tu visión.

Cómo corregirlo/evitarlo: En lugar de poner todas tus esperanzas en este trabajo de ensueño, pregúntate exactamente qué es lo que tanto te gusta de ese trabajo, y cómo puedes obtener esas cualidades en otro trabajo que sí pague lo suficiente como para poder pagar el arriendo. ¡No sacrifiques dinero por pasión! Te lo mereces todo, y créelo, puedes conseguirlo.

Olvidaste hacer la investigación
Entrar a una entrevista sin saber lo que le pagan a las personas que hacen ese mismo trabajo es un craso error ya que pierdes todo el poder de negociación a la hora de finiquitar tu contrato con el empleador.

Cómo corregirlo/evitarlo: Evítalo fácilmente, averigua entre tus colegas o entre tus contactos y así te darás una idea de la situación económica no sólo de tu profesión sino de la industria en general.

Estabas un poco desesperada
Cuando has pasado semanas o meses corriendo por toda la ciudad yendo de entrevista en entrevista, enviando hojas de vida y esperando ansiosamente una respuesta, cuando finalmente la obtienes, estás tan agradecida que tomarás lo que te digan. Pero ¡espera!, tienes más poder en tus manos de lo que crees. Una vez que una empresa ha invertido el tiempo y esfuerzo en reclutarte y entrevistarte, es claro que es a ti a quien quieren.

Cómo corregirlo/evitarlo: Si la oferta no cumple con tus expectativas, y recuerda, tus expectativas son reales porque has realizado tu debida investigación (ver el punto anterior), ahora es el momento perfecto para poner sobre la mesa tus solicitudes. Puedes decir algo como “Gracias por la oferta. Estoy muy emocionada con este oportunidad. Pero según [inserta aquí los datos que arrojó tu investigación] me gustaría ver que la oferta aumentara en … “. Y recuerda, ¡sin nervios! Ninguna empresa pensará menos de ti por negociar en este punto, de hecho, si lo haces de la manera correcta, puedes hasta impresionarlos.

Dejar que alguien más tome las decisiones
Muchas de las personas que te rodean intentarán decirte cómo debería ser tu vida, tu carrera o tu próximo paso profesional. Aunque sus intenciones sean las mejores y seguramente sus consejos también, la única voz que debes escuchar es la tuya.

Cómo corregirlo/evitarlo: Con el tiempo, aprenderás que nadie sabe mejor que tú acerca de tu camino profesional, ni nadie puede recorrerlo por ti. Por eso, aunque es importante que escuches a tus papás, pareja, consejero, maestro, jefe, o guía espiritual, escucha tu instinto y avanza con confianza. Y si te está costando decidir, pregunta a quienes más confíes cómo te ven y dónde creen que prosperarías, verás como sus respuestas resonarán con la tuya.

Quedarte dormida
Te quedas dormida en tu carrera cuando dices “este trabajo está bien, está cerca de mi casa y no es demasiado agotador”. Y sí, a veces todos necesitamos vivir dentro de la zona de confort por un tiempo. Sin embargo llega un punto en que ya no tenemos idea de lo que realmente queremos o cómo obtenerlo.

Cómo corregirlo/evitarlo: ¡Ahora es un buen momento para despertar! Puedes manejar tu propia carrera, y de hecho debes hacerlo. Piensa en el siguiente paso, ya sea un cambio de trabajo o asumir nuevos retos en tu trabajo actual. De cualquier manera, puede comenzar ahora mismo, ¡no hay tiempo que perder!

Ser tímida al hablar
A veces, especialmente las mujeres, tendemos a enmascarar una solicitud en preguntas. Como por ejemplo: “sé que estás ocupado, pero si no es demasiado problema ¿podríamos reunirnos?”. Pero ser demasiado respetuosa puede hacer que tus compañeros duden de tu confianza o capacidades.

Cómo corregirlo/evitarlo: ¿Tienes una pregunta para tu jefe? Simplemente indica claramente lo que necesitas, si no eres directa, es probable que no consigas lo que quieres. Mantén tus preguntas simples y directas: “¿Puedes reunirte esta tarde? Tenemos que hablar sobre XYZ”. Y si algo debes aprender de esto es a eliminar “lo siento” o “qué pena” de tu vocabulario, a menos que realmente tengas que decirlo en serio.

“Sí, sí, claro que sí”
¡No digas que “sí” a todo! Si constantemente te encuentras realizando tareas que no te corresponden, es posible que estés protagonizando el papel ingrato del “ángel de la oficina”. Deja de voluntariarte para hornear pastelitos para cada cumpleaños, o lavar las tazas de todos, o ayudar a archivar documentos aunque no sea tu responsabilidad. Más frecuente que no, las mujeres solemos ofrecernos y ser útiles para todo tipo de actividades, pero hacerlo puede ser contraproducente.

Cómo corregirlo/evitarlo: Si siempre haces estas tareas y no son parte de la descripción de tu trabajo, las personas pueden asumir que pueden pasar por encima de ti. ¡Y además terminas alejándote de tus deberes reales! La próxima vez que alguien intente pedirte que hagas otra cosa, intenta decir esto: “Desafortunadamente no puedo hacer eso ahora mismo. Tengo que terminar [inserta asignación de un trabajo real]”.

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