De igual manera es muy frustrante no saber qué hacer para mejorar esa situación, en la que es vital, primordialmente, hacerle entender a la otra persona que necesita ayuda profesional.
Quizás este es el rol más importante que cumplen los terceros porque usualmente los afectados no reconocen la enfermedad y pueden pensar que lo que sienten es normal o haya vergüenza al respecto.
Así que la principal misión es hacerles ver que no se puede superar únicamente a fuerza de voluntad, mediante conversaciones donde les cuentes los síntomas, les muestres opciones de profesionales disponibles y hasta puedes ayudar a organizar los encuentros.
En estos casos cualquier tipo de aporte cuenta. Ya sea ofreciendo el soporte económicamente, sirviendo para el traslado, acompañándolos a las citas o estar ahí cuando necesiten hablar con alguien.
Sin embargo, debes ser muy cuidadoso con las opiniones o consejos que emites debido a que no debes juzgarla ni tampoco la depresión es algo que se marcha con un simple “no te desanimes”.
Otras maneras de ayudar a alguien que sufre de depresión
Si el ser querido al que quieres ayudar a vencer la depresión tiene medicamentes, ayúdales a recordar que los tomen, sigas las recomendaciones y que asistan a las consultas, recomienda Mayo Clinic.
Brinda refuerzo positivo a lo largo de todo el proceso, haciéndoles saber que están en lo correcto, que son valiosas y cuáles son las cualidades que amas de él o ella. También les hace bien pasar tiempo juntos haciendo actividades divertidas.
Ayuda con tareas específicas que a la otra persona le cueste hacer, por ejemplo, organizar la casa, y busca crear ambientes para ellos donde haya poco estrés y puedan estar tranquilos llevando a cabo su agenda diaria.