Juegos para los que no hace falta ningún material extra
Acertijos
Los acertijos pueden ser muy divertidos y estimulantes para los niños, ya que constituyen auténticos retos para su capacidad deductiva. En la web hay muchísimas páginas que ofrecen esta clase de problemas, desde el “veo veo” o simples adivinanzas para los más pequeños hasta incógnitas que desafían su pensamiento lateral.
Una posibilidad es establecer una rutina: plantear el acertijo por la mañana y dar a los niños un buen rato para que lo resuelvan. La respuesta correcta, si ellos no la encuentran, les llegará siempre en el mismo momento del día, a una hora determinada, después de comer, etc..
Palabras encadenadas
Es un clásico: el primer jugador dice una palabra y luego los demás, por turnos, tienen que decir otras palabras que estén “encadenadas” a la anterior. ¿Cómo se encadenan? Cada una debe empezar con la última letra o la última sílaba, acordado desde antes de empezar, de la anterior.
También se pueden hacer “canciones encadenadas”, que son aquellas en las que se modifica una parte de la letra o se añade un nuevo elemento en cada repetición.
Adivinar el personaje
Cada jugador piensa en un personaje, sin decirlo en voz alta. Los demás tienen que hacerle preguntas para descubrir quién es. Una variante es invertir la ecuación: a cada jugador se le asigna un personaje y todos los demás saben quién es, pero el propio jugador no. Puede tener el nombre del personaje escrito en un papel pegado en la frente, y hace preguntas, como ¿soy una mujer?, ¿existo en el mundo real?, ¿tengo superpoderes?, hasta descubrir de qué personaje se trata.
El juego de las películas – Digalo con mimica
Se dividen en dos equipos y, por turnos y solo con gestos y movimientos del cuerpo –sin hablar–, cada jugador debe hacer que sus compañeros acierten el título de una película, pero también se pueden representar otras frases o ideas.
Actividades para las que hace falta lápices y papel
El ahorcado
Otro clásico que casi no necesita descripción. El jugador dice letras: si están en la palabra o la frase a descubrir, se escriben sobre las correspondientes rayitas, y si no están, se va dibujando el cuerpo de la persona que, si no encuentra a tiempo la palabra, terminará “ahorcada”.
Tutti frutti
Es sobre todo un juego del lenguaje. Consiste en encontrar elementos de diversas categorías. países, comidas, cantantes, etc., cuyos nombres comiencen con una determinada letra, elegida al azar. Cuando uno de los jugadores completa su lista, dice “basta” y entonces se comparan las respuestas.
Manualidades con papel
Aviones, flores, animales: la técnica del origami permite crear múltiples figuras solo con papel, y esto puede equivaler a horas de entretenimiento en casa. En YouTube y muchas webs hay muchísimos tutoriales para iniciarse en este arte japonés.
Actividades que requieren algo más de producción
Búsqueda del tesoro
Se esconde un “tesoro” en algún lugar de la casa y luego se diseminan pistas de forma tal que una conduzca a otra. Cuanto mayor sea la cantidad y la originalidad de las pistas, mayor será la diversión.
Títeres
Una ventaja de esta actividad es que contempla varias etapas. En primer lugar, confeccionar los títeres, que se pueden hacer con elementos de uso cotidiano, como medias, botones, telas. Se puede armar incluso el escenario para la obra. Luego hay que elegir o crear una historia y, por último, representarla.
Campamento dentro de casa
Algo que hace mucha ilusión a los pequeños es la sensación de estar en otra parte. Por eso, se puede plantear la idea de un “campamento en casa”. Es un juego, pero también puede ser una manera de ayudarlos a entender mejor las dificultades de estar confinados: hay que arreglarse con lo que se tiene al alcance de la mano. Lo ideal es hacer el “campamento interior” en una carpa, colchonetas y sacos de dormir. Pero si no se cuenta con estos materiales también se pueden emplear mantas, sabanas, almohadones y muebles para crear el refugio.
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