Hacer gimnasia durante el embarazo es muy recomendable salvo que esté contraindicado por tu ginecólogo. Los beneficios de la actividad física son muchos, ya que tu cuerpo cambia notablemente y los ejercicios harán de sostén físico y emocional brindándote mayor bienestar. También los ejercicios te ayudarán a adquirir una mejor postura, recuperar energía, no aumentar de peso más de lo indicado, y descansar mejor.
Además, es ideal practicarlos en este período para evitar dolores musculares y trabajar el piso pelviano, actividad muy favorable para el embarazo y el posparto.
Es fundamental antes de comenzar gimnasia practicar calentamiento y estiramientos con suavidad, nunca debes empezar a hacer deporte en frío porque el cuerpo está cambiando en cuanto a peso y forma. Después de haber estirado, comienza de una manera gradual, permitiendo que los músculos se vayan calentando para no sufrir calambres o tener otro tipo de lesiones.
Ejercicios sencillos suelo pélvico
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Ejercitarlo y fortalecerlo es fundamental para compensar el aumento de peso que tiene que soportar esta parte del cuerpo, también ayuda a combatir la incontinencia urinaria.
Ponete de pie deja la espalda recta, coloca las manos en la cintura, las piernas separadas y las rodillas semiflexionadas. Move la pelvis para adelante y para atrás moviendo la cadera en la línea media. Repetí el ejercicio durante 2 ó 3 minutos. Este ejercicio relaja la zona lumbar, afloja el piso pelviano y la pelvis, y puede mejorar a que el bebé se acomode en una mejor posición.
Sentada en una pelota de pilates
Para comenzar inhala y exhala y debes hacer fuerza como si apretaras el ano y la vagina, como si estuvieras conteniendote, procura mantenerte así durante 10 segundos. Luego exhalá y relajá aflojando todo el suelo pélvico, sintiendolo destensado. Hace 3 series de 8 repeticiones a lo largo del día.
Relajar las lumbares
Colocate en cuatro patas, con las manos a la altura de los hombros y las rodillas al lado de las caderas y espalda recta.
En yoga se conoce como la postura del gato. Inhal y anda dejando salir el aire poco a poco mientras presionas el abdomen hacia dentro, y arqueas la espalda hacia fuera, levantando la cola, como un gato. Permanece así unos segundos mientras terminas de exhalar. Al inhalar, regresas a la postura inicial. Repetí el ejercicio durante 2 ó 3 minutos. Este ejercicio afloja la zona lumbar, el nervio ciático, y ayuda a que el bebé se acomode en el canal de parto.
Estos ejercicios son sencillos y muy relajantes, es una gimnasia para embarazadas que debe realizar con intensidad moderada. Ayudarán a preparar el cuerpo para el parto.
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