Cuando el príncipe encantador no es quien te salva sino tu propia fortaleza

La relación de Chris Pratt y Anna Faris no fue un cuento de hadas.

Desde niñas nos han hecho creer que el amor verdadero es como en los cuentos de hadas, en donde eres una princesa, en espera de que un apuesto príncipe te rescate de la torre.

Conforme crecemos, soñamos con que un hombre guapo y encantador llegue a nuestra vida para garantizarnos un amor intenso y una vida feliz. Sin embargo, no basta con que sea ese “príncipe encantado” que por fuera parece perfecto. Es entonces cuando te das cuenta que la única que pude salvarse eres tú.

Con el reciente escándalo de Chris Pratt y el desatinado comentario hacia su nueva esposa, los fans están retomando aquellos momentos en los que demostró no ser tan “encantador”. Ciertamente el actor es guapo y carismático y tuvo una transformación impactante desde su participación en Parks and Recreations. Sin embargo, no fue suficiente para mantener una relación sana con Anna Faris.

¿Cuántas veces te has enamorado de un hombre apuesto y tierno que de pronto se convierte en todo un patán? ¿Cuántas veces te has desilusionado porque el hombre de tus sueños terminó tratándote como si no fueras suficiente?

Para Anna Faris las cosas no han sido nada fáciles pues tuvo que enfrentarse a los retos de cuidar a su hijo prematuro y después al dolor de un divorcio. Si bien ha hecho un gran trabajo al darle una vida feliz al pequeño Jack, no deja de ser una labor titánica a la que muchas mujeres se enfrentan solas.

Faris estuvo casada con el actor Chris Pratt por ocho años y juntos tuvieron a Jack Pratt, quien nació el 25 de agosto de 2012. Aunque ambos parecían tener una relación perfecta, terminaron por divorciarse en 2017 presuntamente por problemas de celos laborales entre ambos.

No es que no existan los hombres encantadores y buenos y que debas dejar de creer en que encontrarás un amor de cuento de hadas pero es momento de dejar de creer que dependes de uno para salir adelante.

Mientras que Anna y Chris llegaron a un acuerdo mantener una relación cordial para criar a su hijo y ver por su bienestar, la mala reputación del actor lo sigue poniendo como un “patán” que sólo hizo la sufrir.

Las mujeres fuertes como Anna saben que cuando quien veía como el indicado llega a fallar, las cosas se ponen interesantes. Y es que lejos de tumbarse o de esperar a que llegue alguien más a salvarla, aprende a levantarse por sí misma.

Sí, cuando una relación no sale como esperaban, las mujeres fuertes cavan más profundo para encontrar lo que es importante para ellas. Se miran a sí mismas para ser felices y dejan de depender de fuentes externas para brindarles esa felicidad. Es por eso que no les toma mucho tiempo darse cuenta cuando alguien es un patán y no vale su tiempo.

El pequeño Jack hoy tiene 9 años y aunque desde que nació ha pasado por una serie de complicaciones de salud, la crianza amorosa de Faris ha sido clave en su fortaleza.

“Cuando tienes un embarazo saludable, nunca te preguntas si podrás sostener a tu hijo justo después de que nazca. Está demostrado. Estaba aterrorizada, pero también sabía que tenía que ser soldado. «Tengo que ser lo más fuerte posible. Sólo tengo que hacerlo», dijo la actriz.

—  Anna Faris

El pequeño logró superar las expectativas médicas y la actriz demostró que no necesita de ningún “príncipe encantador” para ser la mejor mamá ni la mujer fuerte que es ahora.

Una mujer fuerte es alguien que entiende que necesita tomar siempre una decisión contundente. No busca complacer a nadie, ni estar en donde no se siente satisfecha o amada. No importa lo genial que sea creer en esos cuentos de hadas y príncipes, una mujer fuerte nunca va a renunciar a nada por él.

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