Compartimos algunas consideraciones a tomar en cuenta si deseas cultivar verduras en la comodidad de tu hogar.

Cada vez es más común que las personas destinen un espacio de su hogar para instalar un huerto casero, tanto en jardines como en terrazas. Es que la elección de productos naturales y frescos está tomando importancia.

Aprovechando la época primaveral, se puede empezar a cultivar una amplia variedad de verduras como lechuga, tomate, tomate cherry, maíz dulce, pepino de ensalada, porotos granados, porotos verdes, pimentones y berenjenas.

La siembra puede ser directa en la tierra o en almácigos. Cualquiera sea la forma de cultivo, compartimos algunos consejos a considerar según las ingenieras agrónomas de la Universidad del Pacífico, Magdalena Santibáñez y Carmen Gloria Pizarro.

Antes de pensar en instalar un huerto se debe considerar un lugar asoleado si es invierno y con semi sombra si es verano. También es importante la disponibilidad de agua de forma permanente.

Es necesario saber que los porotos, zapallo italiano, perejil, cilantro y maíz se siembran directamente en la tierra. Por otro lado, el tomate, cebolla, lechuga, ají, sandía, melones, espinaca y pimentón se recomiendan sembrar en un almácigo como primer paso.

Luego es relevante el diseño para saber cómo distribuir correctamente la siembra. Para esto se debe preparar el suelo y conocer su profundidad con la ayuda de una pala o rastrillo. La idea es nivelarlo y formar surcos.

Hay que tener claro la profundidad mínima para cultivar. Por ejemplo, una lechuga requiere de 20 centímetros, entonces hay que ubicarla en un sector espacioso para que sus raíces se puedan desarrollar y así crezca de un buen tamaño.

Las especialistas recalcaron la importancia de las raíces:

No nos olvidemos que las raíces son las bocas de la planta, desde donde come el agua y los minerales que necesita. Si tiene pocas bocas, la lechuga come poco.

Cabe señalar que a la hora de comprar semillas y almácigos es importante fijarse que no se vean síntomas de amarillez, manchas y que las raíces sean sanas.

Además, se debe tener presente la prevención y control de plagas y enfermedades. Para eso existen varios métodos no tóxicos como el uso de corredores biológicos, uso de trampas de colores y preparados caseros como el té de ortiga.