Cómo mejorar tu fuerza de voluntad

Qué difícil es a veces contar con ella o mantenerla. Muchas veces nos ponemos a nosotras mismas la excusa de que no podemos hacerlo, pero nada más lejos de la realidad. Quizás, a veces, la tendremos un poco más difícil, pero eso no quitará que consigamos ejercitarla, entrenarla y de paso mantenerla a nuestro lado. Estos son nuestros consejos para que la fuerza te acompañe.

Se acabaron las excusas. No las importantes, pero sí las insignificantes. Es que estoy cansada, ya lo haré, ya habrá tiempo, no es tan relevante ahora mismo. Esfuérzate porque si no lo haces tú no lo hará nadie. La fuerza de voluntad sirve para hacernos la vida más fácil y para tenerla más organizada cuando perseguimos un objetivo concreto. Si queremos lograr algo muy específico y no nos ponemos a ello será muy difícil que eso se cumpla.

Metas alcanzables y no imposibles. Hay que tener en cuenta que no llegamos a todo y que no por eso somos menos o eso es un problema en absoluto. Ponte objetivos que sepas que vas a cumplir, que eres capaz y que vas a hacerlo en un tiempo concreto y determinado, ya que si no llegas te frustrarás y lo pasarás mal, tanto que al final abandonarás el objetivo, que es conseguir lo que te propones.

Perdónate cuando no consigas lo que has pensado. No te castigues, la perfección no existe y nadie lo es, aunque muchos vayan de perfectos y lo proclamen a los cuatro vientos. Date tiempo, espacio y momentos para la reflexión. Lo superarás y cuando lo consigas la felicidad será doble.