Bebé: la guía del sueño


Consejos prácticos para esas noches largas


¿Cuánto deberían dormir durante el día?

Nos ha pasado a todas alguna vez. Se nos va de las manos una larga siesta y por la noche nos resulta imposible conciliar el sueño. Para nosotras abusar de una siesta no es lo ideal, pero con los bebés es diferente, unas cabezadas durante el día pueden ayudarle a dormir por la noche.

Esto varía dependiendo de la edad y, además, hay que tener en cuenta que cada bebé es diferente. Algunos duermen mejor por la noche si tuvieron alguna siesta porque están más relajados. Otros en cambio, han dormido tanto que no están nada cansados y les cuesta conciliar el sueño.

Entonces, ¿cuál es la solución? Los bebés deben estar cansados pero no tanto como para que ello les suponga un motivo de estrés. Así, podes dejarle que duerma por la mañana y por la tarde temprano, pero nunca cuando empiece a acercarse su hora de acostarse.

La cuna, el mejor lugar

Asegurate de que el bebé se duerma en su cuna y no en tus brazos. Éste es un consejo que seguro ha tomado por sorpresa a algún que otro padre, pero tiene una lógica explicación. Es normal que el bebé se despierte a mitad de la noche debido a los convencionales ciclos del sueño. Pero si se quedan dormidos en tus brazos y se despiertan en un lugar diferente, eso puede alarmarles. Es por eso que debes evitar que se quede dormido mientras le das el pecho.

Por supuesto tampoco debes sobresaltarle cada vez que se relaje, pero si le contas un cuento mientras le das el pecho o le entretenes con un libro de ilustraciones, seguro que captas su atención y no se duerme. Y recorda hacer de la hora de dormir un momento feliz. Si le das besos y abrazos antes de meterle en la cuna, dormirán con mucho menos estrés.

Alimentación y aire fresco

En el caso de los bebés, comer es parecido a dormir. Los bebés necesitan estar bien alimentados, pero no sobre alimentados. Así, cada vez que llore no lo achaques al hambre y le alimentes automáticamente. Pero, ¿deberían comer durante la noche? Depende de su edad. La mayoría de los bebés sanos de más de seis meses no necesitan comer durante la noche. Solo debes alimentarle cuando consideres que es totalmente necesario, porque de lo contrario se convertirá en un hábito.

Por otro lado, tenes que tener en cuenta que igual que cualquier adulto, el bebé necesita tomar aire fresco, dar algún paseo y comenzar a realizar algún ejercicio. Imagina las ganas que tenes vos misma de dormir cuando tuviste un día largo e hiciste algo de deporte. La misma sensación tendría tu bebé.

No dejes que lloren solos

Hay algunos padres que creen que deben dejar a sus hijos llorar solos para que se acostumbren a no hacerlo a mitad de la noche. Bueno, además de algo casi imposible y doloroso para muchos papás, es una práctica innecesaria. Si tu bebé llora es porque algo le angustia, así que no le dejes solo. Si se queja un poco no pasa nada, pero si llora desconsoladamente, parará antes si nota tu presencia.

Ahora bien, si se despiertan durante la noche y empiezan a refunfuñar, no acudas a él corriendo, tiene que aprender a desenvolverse solo. Y por supuesto, si toma como costumbre los berrinches nocturnos, es bueno dejar que aprenda a callarse por sí mismo aunque estés a un metro de él. Si ves que ni aún así desiste, te aconsejamos que acudas a un profesional.

¿Es bueno que duerma en tu cama?

A algunas personas les encanta que sus bebés duerman en la cama con ellos; otras, en cambio, piensan que es peligroso. Pero, ¿es adecuado? Esto es una cuestión personal y es bueno que duerman con vos siempre y cuando lo consideres oportuno y seguro para él. El único problema es que si lo llevas con vos a la cama todos los días puede acostumbrarse a levantarse antes de tiempo con la expectativa de que vuelvas a hacerlo, creando ese hábito.

También debes procurar ser consecuente con tus decisiones. Si por la noche decidiste meterlo en la cuna y se pone a llorar, no tomes como costumbre recompensarlo metiendolo en la cama entre tus brazos. Y, por último, recorda que el factor más importante durante esas largas noches de insomnio será tu paciencia. Así que ármate de ella y enseña a dormir a tu bebé.

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