Trucos para armar el bolso

Hace una lista y métela en un bolsillo de la mochila.

Parecerá obvio pero es un truco que nunca falla. Cuando estés haciendo el bolso para ir al gym, el mismo día o el día anterior, saca la lista del bolsillo y revisa que tengas todo. Porque es muy fácil dejarse algo y eso, con lo que cuesta ir al gimnasio, da mucha, pero mucha fiaca.

Los imprescindibles de la lista

Para hacer deporte necesitas una remera, unas calzas o shorts, una toalla de tamaño mediano para colocar en las máquinas, zapatillas, medias, y una botella para el agua. Además, si tenes el pelo largo, guarda varias gomitas y broches. No hay nada más molesto que el pelo en la cara a la hora de hacer ejercicio.

Para ducharte debes llevar una toalla limpia y grande, jabón, shampoo y crema de enjuague, en un neceser impermeable para evitar mojar el resto de la mochila si hay perdidas, y ojotas, súper importantes para mantener una buena higiene.

Bolsitas de té para los malos olores.

Si llegas al gimnasio directamente del trabajo, lo más normal es que te cambies de calzado y guardes las zapatillas en la mochila. Es un hecho que las zapatillas no se lavan tan a menudo como el resto de las prendas que usamos para hacer deporte y pueden desprender malos olores que se impregnen en el resto de ropa. Por eso lo mejor es meter las zapatillas de deporte en una bolsa, antes de guardarlas en la mochila, y con un truquito mágico: meter en la bolsa un saquito de té verde, que ayudará a que no huela tan mal.

Una mochila con varios compartimentos.

Incluí dentro de la mochila otra bolsa en la que guardes la ropa sucia o húmeda, así evitarás malos olores en la mochila. Un truco que va muy bien es elegir una bolsa de gimnasio que tenga diferentes compartimentos, así, podrás además de utilizar bolsas, separar la ropa sucia, las zapatillas, el shampoo, y así evitar desastres.

No te olvides de las ojotas.

Sobre todo si tienes pensado ducharte en el gimnasio, es algo que debes llevar sí o sí en tu bolso. Cuando te estás cambiando, también es recomendable usarlas y evitar así pisar el suelo, previniendo los contagios de pie de atleta y todo tipo de hongos, muy comunes en ambientes húmedos como los gimnasios y piscinas públicas.