Cómo lograr romper con la rutina y hacer ejercicio

Establece una hora concreta para ir a entrenar

Esta es una de las mejores formas para ser productivo. No basta con hacer una lista de tareas de “cosas que tengo que hacer hoy”, tenes que asignarle una hora concreta a cada una de ellas. Si sabes que tienes que ir a entrenar a cierta hora, es más difícil que lo pospongas porque “va a haber llegado tu hora de entrenar”. Si no fijas una hora, lo más probable es que lo vayas dejando para después y termines por no hacer el entrenamiento.

Deja todo preparado de antemano

Hacelo fácil. Si para ir al gimnasio tenés que obligarte, hacer la mochila, ponerte las zapatillas, peinarte, etc. vas a no terminar yendo. Todas esas pequeñas tareas previas hacen que tu fuerza de voluntad se agote poco a poco. No te pongas más obstáculos y deja todo preparado el día anterior.

Comprometete con alguien para ir a entrenar

Si sos de las que no tiene mucha fuerza de voluntad, trata de apoyarte en otras personas. Es triste, pero muchas veces el compromiso con nosotros mismos se rompe más fácilmente que el compromiso con los demás. Ir con alguien a entrenar puede ser una buena idea.

Mira un vídeo o escucha una canción que te motive

Cuando la motivación intrínseca no es suficiente, podemos probar con motivación extrínseca. Todos tenemos esa canción capaz de arreglar hasta el peor de los días. Utilízalo a tu favor.

Aprovecha el camino de ida/vuelta del gimnasio para hacer algo que te guste mucho

Si hacer deporte no te gusta demasiado, trata de engañar a tu cerebro con otra tarea que le guste más. Por ejemplo, podes parar de camino al gimnasio en tu cafetería favorita a leer el diario, podes aprovechar para ir escuchando un podcast, o mismo mirar vidrieras

Ponete a hacer una cosa que te guste todavía menos que ir a entrenar

Si el punto anterior no funciona, podes probar a hacer justo lo contrario: organiza tu día de tal forma que la tarea que tengas que hacer justo antes de ir a entrenar no te agrade demasiado. Estarás deseando terminarla para pasar a la siguiente, y cuando te quieras dar cuenta vas a estar caminando al el gimnasio.