Limpiar las ventanas.
Los cristales relucientes harán que las habitaciones se parezcan más amplias y luminosas.
Comprar algunas plantas de primavera y ponerlas alrededor de la casa.
Combinar el color de las flores con la gama de colores de la habitación. No hay que hacer que coincidan con los colores, sólo elegir alguno complementario.
Despejar las habitaciones
Quitar la mayoría de las obras de arte y accesorios de la habitación y dejar solo unas cuantas cosas grandes y sencillas. Despeja la habitación y ayuda a darle un aire de frescura.
Comprar algunos objetos de vidrio de colores bonitos en una tienda y colocarlos donde les de la luz del sol. También podemos utilizar recipientes de vidrio claro y llenarlos con agua de colores que combinen con la habitación.
Pintar
En lugar de pintar todas las paredes, utilizar una plantilla para añadir a la habitación motivos florales y relacionados con la naturaleza por muy poco dinero. Posteriormente, en otoño, siempre se pueden cubrir con pintura las zonas decoradas.
La entrada
También hay que prestar atención a la zona de entrada cuando se la da un aire primaveral a la casa. Colocar un macetero con flores de primavera en el porche, pintar la entrada de un color fresco y primaveral y colgar una corona de flores hecha a mano o una cesta de flores en la puerta principal.
Añadir un toque blanco a las habitaciones para dar brillo y frescura. Jarrones blancos, colchas, cortinas…. Procurar pintar la pared central (es decir, la más visible) en un tono más claro que el color actual de la pared. Añadirá claridad a la sala sin producir un cambio drástico en todo el esquema.
Telas
Poner fundas de flores o colores claros en los cojines; y guardar los colores más oscuros para otoño e invierno. Podemos comprar la tela y hacerlas nosotros mismos; las fundas para los cojines son muy fáciles de confeccionar.
Quitar las cortinas gruesas y reemplazarlas por otras de telas más ligeras que dejen pasar la luz.