Clásica y atemporal, la polera es un comodín del invierno: con unos pantalones náuticos y un tapado largo, chau frío y hola estilo.

Confort
La comodidad es una de las grandes ventajas de esta prenda. Una de tejido ancho con un tapado de lana sobre los hombros garantiza abrigo y confort durante todo el día.

Nuevos usos
La polera es un gran lienzo -en este caso en negro- para jugar con otras prendas por contraste. Buscá el efecto elegante combinándola con neutros con una nueva mirada.

Engamada
Si la polera es del mismo tono que el pantalón o de un tono en la misma gama, creá un corte con un cinturón de cuero negro y hebilla dorada.

Relajada
Si tenés un día complicado por delante, una versión de lana finita un poco oversize es una buena excusa para moverse con comodidad en la jungla de cemento.

Sexy
Si, en cambio, querés darle un toque más sensual, la polera al cuerpo negra debería ser tu opción de cabecera. Con jeans de tiro alto, es una combinación sencilla y audaz al mismo tiempo.

Toque de color
Levantá tu conjunto añadiendo una polera en rojo o naranja brillantes.

Retro-style
Nada más adorable que una pizca de nostalgia para tu outfit. Enteritos y poleras son un match perfecto.