Cáncer es un signo de relaciones. Pero no cualquier tipo de relaciones: la pareja tiene que tener el potencial sostenido a través del tiempo de penetrar su caparazón. Cuando es así, Cáncer da todo.
Poniendo mucha fantasía en lo que es amor, Cáncer se toma especialmente mal las separaciones. Si la relación terminó sin demasiados rodeos, es capaz de despotricar furiosa contra su ex con quien quiera escucharla. Pero puertas adentro se sumergirá en su dolor y en la nostalgia de lo que fue, aislándose y acudiendo a su madre o amigas.
Pero volver al ruedo es difícil y conocemos a muchas cancerianas que han pasado años esquivando relaciones para evitar ser lastimadas de nuevo. ¡No tiene por qué ser así! En vez de engrosar el caparazón, cáncer debería encarar una temporada de sanación. Cancerianas, consiéntanse con terapia semanal, con retiros espirituales o seminarios, visiten a sus amigas felizmente en pareja para que les sirvan de ejemplo. Y purguen su casa de malos recuerdas que las mantengan atadas a esa relación fallida.
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme