Cómo evitar las subidas drásticas de peso cuando trabajamos en casa

Trasladar la oficina a nuestras casas fue uno de los primeros cambios que trajo la y parece que ha llegado para quedarse. Esta modalidad de trabajo tiene ventajas, pero en muchos casos, se asocia a una cierta relajación en los hábitos dietéticos y más sedentarismo. Pero, hay ciertas recomendaciones para lidiar con el teletrabajo y los buenos hábitos

– Un estilo de vida rápido y un gran número de horas invertidas en el trabajo pueden provocar que las personas consuman una mayor cantidad de alimentos prefabricados, sufran ansiedad o duerman menos horas. Si le unimos el sedentarismo, tenemos un caldo de cultivo para la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otros.

– Lo ideal es preparar cada semana un menú, combinar platos de forma equilibrada, con recetas elaboradas a partir de ingredientes naturales, priorizando frutas y verduras, carnes magras, pescados, y usar técnicas de cocina limpias como la plancha, vapor y horno. Hay que hacer la compra en base a ese menú semanal, y asegurarse de comprar lo necesario, sin llenarnos de alimentos ricas en grasas y azúcares en casa.

– Hay que tener una botella de agua al alcance. De esta forma, controlaremos el apetito y diferenciaremos el hambre real del emocional provocado, en muchas ocasiones, por la ansiedad. Además, nos aseguraremos de beber la dosis de agua recomendada para mantener el organismo hidratado.

– Antes de empezar la jornada, es bueno preparar el almuerzo y dejarlo en una parte de la casa diferente a la de trabajo. En la pausa para el almuerzo lo disfrutarás y así evitarás el picoteo innecesario. Organiza también al inicio del día en qué momento harás estas pausas.

– Es importante echar mano de estrategias para mantenernos activos cuando se trabaja en casa, como hacer descansos periódicos y levantarnos, cuantificar los pasos que damos al día, hacer ejercicio con el mobiliario de casa en los descansos, hacer estiramientos para evitar malas posturas, evitar el ascensor y subir por las escaleras, salir a caminar todos los días, entre otros.