Entrenamiento cardiovascular, lo que debes saber antes de practicarlo


Tipos de entrenamientos cardiovasculares y sus ventajas


HIIT (High intensity interval training): un entrenamiento de alta intensidad y corta duración, unos 20 minutos aproximadamente. Consiste en alternar periodos cortos de esfuerzo muy alto, por encima del 90% de la frecuencia cardíaca máxima, con otros moderados más largos al 60% de la frecuencia cardíaca. Este tipo de entrenamiento permite quemar muchas calorías, por lo que es ideal para perder peso. Pero lo mejor es, quizá, que no implica la pérdida de músculo, por lo que es beneficioso para mejorar la definición o tonificación muscular.

LISS (Low intensity steady state): un ejercicio aeróbico de baja intesidad. Esto significa que la frecuencia cardíaca se mantiene a un ritmo estable durante la actividad, por lo que podemos realizarlo durante más tiempo al 60% o 70% de la frecuencia cardíaca máxima. La actividad perfecta para las sesiones LISS es caminar a buen ritmo.

Si buscas una rutina de entrenamiento completa, lo ideal es que combines el HIIT y el LISS. De esta forma, puedes alternar las sesiones para alcanzar tus objetivos. Si además puedes añadir también alguna sesión de tonificación para mantener tus músculos, mejor.

Gasto energético consecuente: gracias a este tipo de actividades, trabajamos durante un buen rato una gran cantidad de masa muscular y, por lo tanto, permite quemar una cantidad elevada de calorías. Entre 300-600 calorías por hora, más o menos, dependiendo de la intensidad.

Mejora del estado físico: cuando el carburante disponible (glucosa) se gasta, es decir, al cabo de 30-40 minutos de ejercicio, dependiendo de las personas, el organismo recurre a las reservas de grasa para obtener la energía necesaria que exige el esfuerzo. Practicando de forma regular (entre 2-3 veces a la semana, 45 minutos mínimo)
afinaremos todo nuestro cuerpo de un modo progresivo.

Silueta definida: definiremos sobre todo las piernas, porque trabajan en cualquier ejercicio. Pero también los brazos, los abdominales y la espalda, si practicamos el remo y nos subimos a la elíptica.

Pocas tensiones articulares: con la bici y el remo hay que sentarse, de modo que los miembros inferiores no soportan todo el peso del busto. En los escalones y la elíptica, el peso del cuerpo se reparte entre las dos piernas. Durante toda una sesión viene bien cambiar de máquina para variar los movimientos.

Actividades para todos: principiantes o curtidos deportistas. El trabajo debe ser progresivo y hay que jugar con los diferentes niveles de entrenamiento propuestos por las máquinas.

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