¿Conoces el dicho ‘vístete para el éxito’? Bien, pues no aplica solo para tu vida profesional. Lo que decidas usar cuando vas al gimnasio determina cien por ciento tu rendimiento. Es decir, ese sports bra que tienes hace diez años, esa camiseta de algodón que en vez de regalar designaste para el gym, o esos tenis desgastados, en realidad hacen más difícil tu entrenamiento e incluso pueden hacer estragos en tu cuerpo y en tu piel (¡hola muslos irritados!). Estas son las siete cosas que debes eliminar de tus workout looks de inmediato.
1. Prendas 100% de algodón
Es cierto que el algodón ayuda a mantener a la raya el mal olor, un beneficio muy deseable cuando se ropa para ejercicio se trata. Pero, a diferencia de la ropa “sintética” el algodón puede absorber literalmente cada gota de sudor. Cuanto más húmeda esté la ropa, más probable es que crezcan bacterias. Y si la piel está expuesta a una prenda llena de bacterias, puede provocar infecciones o hongos. Por eso olvídate de las prendas de algodón y opta por las telas especialmente desarrolladas para hacer ejercicio.
2. Ropa demasiado apretada
La ropa de compresión, que está diseñada para permitir el movimiento mientras se comprimen los músculos, está bien. Pero la ropa que es un tamaño demasiado apretada puede hacer más daño que bien. Si el pantalón no te permite doblar la rodilla hasta una sentadilla completa o la camiseta no te deja levantar los brazos arriba de la cabeza, está claro, es demasiado apretada y no va funcionar. Además, la ropa no debe ser tan apretada que restrinja la circulación, sino puede resultar en calambres o dificultando la respiración. Y si te preguntas por qué se te irrita la piel puede ser por la rozadura al usar ropa muy apretada.
3. Ropa súper holgada
Lo último que quieres hacer en el gimnasio es ocultarle tu cuerpo a tu entrenador o instructor pues este necesita poder evaluar cada movimiento que haces: si la columna vertebral está alargada, cómo hacer los abdominales, si estás trabajando demasiado el músculo equivocado…Además la ropa de ejercicio de hoy en día está diseñada para ayudar al cuerpo a moverse de una mejor manera, por lo que encontrar prendas que realmente te queden y te sientas bien es una ventaja.
4. Zapatillas desgastadas
La regla general dicta que debes usar tus zapatillas deportivas por un máximo de cuatrocientos ochenta kilómetros antes de reemplazarlas. Pero al menos que seas una atleta que registra su kilometraje, puede ser difícil determinarlo. Así que otra opción es revisar la suela: cuando el diseño inferior esté desgastado o borrado, es hora de cambiarlas. Sobra decir que si notas cualquier otra señal del desgaste, no lo ignores y ve por unas nuevas. ¿Cuál es el problema de seguir usando tenis viejos? Estarás expuesta a menor amortiguación, absorción de impacto y deslineamiento de rodillas y caderas.
5. Corpiños deportivos viejos o estirados
Por el amor de tu cuerpo, ¡no uses un brasier en el gimnasio! Los sport bras son una prenda clave para el gimnasio. Pero pilas, eso no quiere decir que cualquiera sirva o que puedas comprar uno y usarlo por mil años. Eso sí, si no es lo suficiente resistente, si los cauchos están viejos y gastados, o completamente estirados, tampoco sirven de a mucho. El ejercicio puede provocar dolor en la parte superior de la espalda y el hombro si no lo usas, sin mencionar que puede hacer que el tejido mamario se estire, se dañe y aumente las posibilidades de que se caiga en el futuro.
6. Accesorios
Lo mejor es dejarlos en la casa para evitar correr riesgos en los lockers del gimnasio, pero definitivamente los accesorios son un rotundo NO dentro del gimnasio. Evita el golpeteo de un collar, o peor aún que se enrede en alguna de las máquinas; y ahórrate las heridas por levantar pesas con anillos puestos. Y si no lo haces por ti, hazlo por tus joyas, que por más oro que sean, el constante choque contra las máquinas o las pesas puede arruinarlas.
7. Maquillaje
Aunque es un constante debate, para la mayoría de los expertos el maquillaje no tiene lugar dentro de un gimnasio pues cuando sudas, la suciedad y la grasa puede acumularse debajo del maquillaje, lo que provoca irritación y promueve los brotes y granitos. Y así comienza un círculo vicioso, en el que usa más maquillaje para cubrir las imperfecciones causadas por el uso de maquillaje. Así que piénsalo bien: si vas al gimnasio para ejercitarte, preparate solo para eso.
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