La pérdida del brillo de tus dientes es el resultado del deterioro del esmalte dental. A pesar de que el esmalte se desgasta con la edad, hay muchos factores que pueden apresurar su erosión, entre ellos, el café, el té o fumar. Además de ciertas comidas y gaseosas o vinos que también contribuyen a manchar de más la superficie dental.

Muchos métodos profesionales de blanqueamientos son costosos y pueden traer efectos secundarios para el esmalte a largo plazo. Lo bueno es que siempre podemos acudir a recetas naturales para solucionar este tipo de problemas. Aun así, el blanqueamiento dental no es algo que se pueda lograr en día como muchos quieren. Si te encontrabas en busca de tips para mantener tu sonrisa brillante y blanquecina, haz llegado al lugar indicado.

Cómo limpiar los dientes sin dañar el esmalte

Al perder esmalte dental, tus dientes se tornan oscuros y se vuelven más sensibles. Debido a que usando el esmalte se erosiona, la capa marrón pálido debajo de éste, la dentina, se hace más evidente. Es por ello que los dientes adquieren esa desagradable coloración amarilla y manchas internas provocadas por la placa y el sarro.

El esmalte es muy sensible, utilizar un producto poco adecuado puede dañarlo de inmediato. Procura asegurarte que producto utilizas y las consecuencias que acarrea.

Sin embargo, existen otros métodos predilectos para blanquear tus dientes junto con la pasta dental que incluyen bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno. No obstante, hay que aclarar que estos métodos también podrían contribuir con la erosión dental si se usan demás.

Por esto, aunque la efectividad de estos métodos naturales no se pone en duda, es necesario usarlos moderadamente. Usarlos de esa manera asegura un buen resultado para combatir la coloración amarillenta y las manchas.

Cómo usar bicarbonato y pasta dental para el blanqueamiento dental

Una muy buena rutina para blanquear los dientes es alternar junto la pasta dental, una especial de bicarbonato y peróxido. Para esto, debes mezclar una cucharadita de bicarbonato con dos cucharaditas de peróxido hasta obtener la pasta especial. Al cepillarte, debes hacerlo moderadamente si se trata de la pasta de bicarbonato.

Se debe hacer moderadamente para evitar cualquier problema dental. Por lo tanto, es bueno alternar esta pasta con la pasta dental clásica durante la semana y así usarla con cuidado.

Otra opción también es hacer buches con bicarbonato o con el peróxido diluido en 1,5%. Otra opción más sencilla es solo aplicar una pizca a tu pasta dental. Sin embargo, no se recomienda esta combinación directa más de tres veces por mes, ya que daña el esmalte más rápido.

Si intercalas el uso de la pasta tradicional y la pasta creada con el bicarbonato puedes lograr blanquear tus dientes sin correr el riesgo de erosionarlos en exceso.

También puedes blanquear tus dientes con Carbón Activado fácilmente

El blanqueamiento dental con carbón activado es la forma más recurrente de blanquear los dientes. Usarlo es tan sencillo como humedecerlo en el cepillo y aplicarlo por 2 minutos como si fuera otra pasta. No obstante, éste solo elimina las manchas superficiales causadas por café u otras comidas.

Funciona para eliminar la placa, bacterias alojadas en los dientas y coloraciones inadecuadas causadas por las comidas. A pesar de esto, la opinión sobre el uso del carbón activado aún está muy dividida por especialistas y conocedores.

En efecto, para muchos sus resultados son solo superficiales y no blanquean propiamente la dentadura. Más bien, lavar los dientes con carbón activado a largo plazo podría colaborar con la erosión del esmalte además que causa resequedad en la boca y recesión en tus encías. No obstante, es lo suficientemente útil si solo requieres mejorar rápidamente la apariencia de tus dientes en una ocasión especial.

Dicho esto, debes saber que no debes exceder ninguno de los métodos que te mencionamos anteriormente. Te recalcamos que caer en un exceso de estos tratamientos solo te traerá consecuencias graves y costosas en términos médicos.