Descubre como hidratará, nutrirá y reparará tu pelo

Propiedades

Contiene vitamina E y polifenoles. Dos poderosos antioxidantes que, aplicados en el pelo y el cuero cabelludo, protegen el cabello de las agresiones externas.

Contiene vitamina C, que potencia la producción de colágeno. Como consecuencia, el pelo crece crece más grueso y fuerte.

Poder regenerativo y calmante. Por un lado, potencia el crecimiento del cabello y lo ayuda a crecer sano y fuerte. Aplicado de raíz a puntas, fortalece los folículos pilosos y el cuero cabelludo para prevenir y frenar la caída. Por otro lado, sus propiedades calmantes, suavizantes y emolientes ayudan a trata las patologías del cuero cabelludo.

También frena la evaporación del agua y le proporciona lípidos para reforzar su estructura celular. Así, la estructura molecular del aceite penetra en las fibras capilares disminuyendo el encrespamiento.

Más brillo y nutrición. La aplicación de aceite de oliva en el cabello restaura las zonas dañadas y las lesiones de tu melena haciendo que se vea más sano.

Poder hidratante. Es sabido que el aceite de oliva es uno de los mejores humectantes naturales, es decir, ayuda a que tu cabello recupere su humedad natural y se vea más tonificado.

¿Cómo puedo aplicarlo en el pelo?

Puedes utilizar a muy diversos aceites para el cuidado del cabello: aceite de coco, aceites esenciales, de almendras, de karité. Pero, sin duda, el de oliva es una de las mejores opciones y a un precio muy económico. Eso sí, para aprovechar al máximo sus propiedades, lo más recomendable es que escojas un aceite de oliva virgen extra.

Masaje capilar con aceite de oliva

La forma más sencilla de tratar tu pelo con aceite de oliva es con un masaje que empieza en el cuero cabelludo y, poco a poco, se extiende hacia el resto. De esta manera, penetra en las fibras capilares, que absorben los nutrientes. Deberás insistir en las puntas, aunque con delicadeza, ya que es la zona más maltratada.

Después del masaje, lo ideal es que dejes el aceite actuar durante una hora. Puedes recogerte el pelo en un moño, una coleta o cubrirlo con una toalla. Después, deberás hacer un lavado exhaustivo para eliminar cualquier resto de aceite y que el pelo no quede graso. Si tienes el pelo seco, hacer esto una vez a la semana fortalecerá tu cabello, le dará un extra de hidratación, dejará de quebrarse con facilidad y cobrará vida, movimiento y luminosidad.