Qué comer y que no durante la gestación

Llevar una dieta sana y saludable durante el embarazo es crucial para el buen desarrollo del bebé como para la madre, y más allá de la alegría del pequeño que esta por llegar, el estar embrazada también conlleva seguir ciertas pautas en la alimentación para cuidar de la salud de ambos.

El famoso dicho de “hay que comer por dos” esta muy alejado de la realidad, ya que no se trata de aumentar la cantidad de comida sino de adaptarla al nuevo estado e incrementar ligeramente el tamaño de las raciones de comida. Existen ciertos alimentos que se pueden comer durante el embarazo y que deben ser la base de la alimentación, al menos, durante esos nueve meses.

La dieta que se debe llevar a cabo durante el estado de gestación debe estar basada en una dieta equilibrada con una serie de características especiales:

–No se deben introducir cambios bruscos en la alimentación de la madre, ni aconsejar alimentos que no sean de su gusto, y se deben evitar en lo posible el consumo de alimentos crudos, carne y derivados, pescado para evitar riesgos como por ejemplo la toxoplasmosis.

– Debe ser variada, equilibrada y con un reparto de comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena y post cena, conocida como resopón y que tiene por objeto evitar el bache hipoglucémino, inducido por demanda fetal, entre cena y desayuno. Además Mantener una buena hidratación ya que se deben consumir al menos 8-9 vasos de agua al día.

-En cada comida principal debe haber platos que aporten hidratos de carbono complejos, proteínas, lípidos y micronutrientes, y a su vez se aconseja consumir por día de 5 a 6 raciones de cereales, de 5 a 7 raciones de fruta y verdura, de 3 a 4 raciones de lácteos. Además las proteínas deben ser de buena calidad, el 50% de origen animal y el otro 50% de origen vegetal.

Los micronutrientes, las vitaminas, las proteínas y los minerales son esenciales durante el embarazo. Por ejemplo, la vitamina D es clave durante el embarazo para la absorción del calcio, sobre todo durante el tercer trimestre en aquellas embarazadas cuya exposición solar o alimentación no es suficientemente equilibrada. Los minerales también son cruciales en la dieta que se pueden cubrir con un consumo adecuado de, entre otras cosas, lácteos y los vegetales, como la soja.

La dieta Mediterránea es una de las más adecuadas para llevar a cabo durante el embarazo ya que con ésta se consiguen cubrir todas las necesidades. Sus fundamentos son: elevado consumo de vegetales ricos en hidratos de carbono complejos, consumo de aceite de oliva como grasa mayoritaria, baja ingesta de grasas saturadas, consumo frecuente de pescado y moderado de carne, consumo de frutos secos con moderación y consumo de cereales integrales y pan.

Más allá de la alimentación, es importante que una mujer embarazada lleve adelante una vida tranquila y sin estres, sumando ejercico y una buena rutina alimenticia, para el cuidado de su futuro hijo.