Los pómulos tomarán el poder
Para comenzar, nada como centrarse en los pómulos. Si con técnicas como el contouring nos centrábamos en el hueso de la mandíbula, con el strobing lo importante es la parte superior del pómulo. Tenes dos opciones, podes optar por un iluminador fluido para lograr un acabado más jugoso o por un iluminador en polvo con el que conseguirás un efecto satinado. Podes elegir entre dorado, neutro o rosado para crear diferentes acabados. Los dos formatos, polvo y fluido, suele ofrecerse en los 3 tonos diferentes.
Toma una gota de producto y aplícalo encima del pómulo a través de pequeños toquecitos y difumínalo hacia afuera. Con este gesto, el iluminador queda perfectamente fundido con tu base de maquillaje y llena de luz tu rostro. Para un acabado natural y menos satinado, podes mezcla el iluminador fluido con tu base de maquillaje habitual, de este modo la piel quedará radiante pero de una forma más homogénea. Aplica el iluminador con un pincel específico que extienda de forma uniforme el brillo de producto y consiga un efecto natural y luminoso, sin recargar.
Levanta tu mirada
Los ojos son una de las partes más importantes de cualquier maquillaje y por ello, darles el toque de luz perfecto puede cambiar por completo la forma de tu mirada, ampliándola y llenándola de vida. Si aplicas el iluminador debajo de la ceja, justo en el extremo final, levantarás tu mirada. Si lo que queres es crear un punto de luz en tus ojos, aplica tan solo un poco de iluminador en el lagrimal. En cuanto veas el resultado de estos pequeños trucos, se convertirán en algo imprescindible en tu rutina de maquillaje.
No te olvides de los labios
Tampoco podíamos dejar los labios sin un pequeño toque de iluminador. Marca el arco de cupido con una ligera pasada del iluminador. El punto fuerte de un iluminador en polvo es que es muy complicado que te pases con la cantidad de producto. Aplícalo con ayuda de una brocha y aplícalo con una ligera pasada sin incidir mucho. También podes aplicar el iluminador en polvo en la punta de la nariz, así se consigue otro punto de luz en el rostro.
Sobre el tabique y la punta de la nariz, el iluminador logra darle otro tipo de luz al rostro potenciando un aspecto mucho más natural y consiguiendo que toda la cara quede en sintonía. Tu piel estará siempre perfectamente iluminada y tus rasgos parecerán mucho más delicados.
Ilumina las noches
Aunque puedas creer que se trata de un look más diurno, el uso del iluminador está a la orden del día y por ello también lo podemos ver en estrellas que acuden a eventos de todo tipo. Así que ahora que ya lo sabes todo sobre el strobing, anímate a llenar tu rostro de luz en un abrir y cerrar de ojos, ¡vas a deslumbrar!
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